Industria

“Las empresas migrarán hacia los espacios de coworking en la pospandemia"

Bloom Ecoworking es un espacio que une la economía colaborativa y circular con la naturaleza para generar bienestar que se refleje en productividad

José González Bell

El covid-19 frenó el impulso de los coworking que ganaban fuerza en el mercado de las oficinas. La situación hace que a futuro también deban pensar en cómo se deben reformar los espacios con el fin de proteger la seguridad de los clientes. Adriana Gutiérrez, gerente y fundadora de Bloom Ecoworking, expresó que las personas buscarán espacios cómodos para trabajar, luego de un largo tiempo en teletrabajo, pero estos deben garantizar la salud y el bienestar.

¿Cómo nace la idea de un ecoworking?
Bloom Ecoworking es la unión de dos tendencias que son la economía colaborativa y la economía circular en un solo espacio. El objetivo es un puesto de trabajo en un entorno natural que busca el bienestar. En 2019 abrimos el ecoworking, con una comunidad que aprecia los recursos naturales y que busca espacios más limpios, teniendo en cuenta que Medellín es una ciudad muy contaminada. Somos de los primeros ecoworking del país.

¿Cuál es el valor agregado del espacio?
No es un edificio tradicional ni una casa, no tenemos muros en la mayoría de las zonas porque le damos importancia al entorno, luz y aire natural. Hay quebradas, arboles, animales. Se genera un ambiente sin estrés que hace que las personas trabajen de forma más productiva.

¿Qué ofrece el espacio?
Tenemos oficinas privadas, puestos dedicados, consultorios para cuatro personas, decks para eventos. Todo tiene su mobiliario, ayudas audiovisuales, cables de red, aire acondicionado, bebidas ilimitadas. No hemos subido los precios por la pandemia.

¿Cómo se han visto impactados por la pandemia?
Somos un proyecto nuevo, estábamos encaminados en llegar a punto de equilibrio antes de que la pandemia ocurriera. Empezamos operaciones con eventos corporativos. Somos un coworking con una capacidad de 120 puestos de trabajo. Íbamos por buen camino, pero tuvimos que congelar todos los contratos. En junio algunos clientes volvieron, pero se detuvo la inercia de crecimiento que teníamos. Prácticamente tenemos que arrancar de cero.

¿Qué hicieron para mitigar el impacto?
Mantuvimos el flujo de comunicaciones para posicionar la marca. Tuvimos que tener una rápida adaptación al entorno tecnológico para lograr hacer eventos virtuales de los mismos clientes que hacían eventos en Bloom Ecoworking. El producto de coworking es un físico, nosotros no tenemos cómo llevarlo a domicilio o generar algún tipo de ingreso, pero dijimos que teníamos que apoyar a nuestros clientes en la virtualidad.

Eso nos hizo fortalecer mucho la comunidad, la gente vio en nosotros un aliado para los talleres o eventos digitales que hicieran. Esto nos llevó a desarrollar otro canal, en el que no veníamos trabajando.

¿Considera que este tipo de espacios tendrá un impulso luego de la crisis?
Sí, ya hemos visto tendencias en el mundo que muestran que las empresas migrarán a los coworking. No es lo mismo firmar un contrato de arrendamiento o invertir en mobiliario, así como pagar internet y luz, que estar en un sitio que te ofrece todo. Van a migrar esos costos operativos a los coworking, que tienen flexibilidad de contratos. Además, las personas quieren tener espacios aptos para trabajar, luego de tanto tiempo de teletrabajo, que en ocasiones, no cuentan con las mejores herramientas.

Bloom Ecoworking ofrece espacios de todo tipo
Bloom Ecoworking, ubicado en la calle 1 #29-110 en Medellín, ofrece varios paquetes para que empresas y emprendedores. Ofrece puestos flexibles que se pueden alquilar por días hasta 200 horas. También tiene el servicio de puestos dedicados, en los que el mes cuesta $640.000. El paquete de oficinas privadas, de cuatro a seis personas, va de $1,8 millones a $2,4 millones. También cuenta con sala de reuniones que se puede alquilar por horas o días, dependiendo la necesidad.

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