Las tres compañías que más comercializan arroz venden más de $4 billones al año

Nuevamente el mercado del arroz se agita por la turbulencia de los precios. El eslabón primario de la cadena (cultivo y cosecha) anunció un paro ante la inconformidad con esos valores percibidos, que atraviesan un ciclo bajista a causa de una producción que rebasa la demanda.

Luego están las compañías que les compran, empacan y distribuyen a los diferentes canales de comercialización; ahí aparecen tres grandes casas productoras que lideran por el tamaño de sus ingresos: Diana, Organización Roa Flor Huila, ORF, y Supremo, cuyas ventas combinadas para el ejercicio de 2024 valieron más de $4,3 billones.

El primer lugar, como se mencionó arriba, lo ocupa Grupo Diana, dueño de un portafolio con 11 marcas, incluida aquella que lleva su mismo nombre, y líder del llamado top of mind entre los consumidores colombianos. Es decir, al mencionar un producto como el arroz, una buena parte del público primero piensa en este sello cuyo origen se remonta a 1964, con la operación de su primer molino.

Con corte a 2024, reportó ingresos por $2,4 billones, una facturación que se tradujo en una disminución de 4% con respecto a 2023. Hay que mencionar que tiene en su cartera otras cinco categorías de alimentos como granos, harinas y salsas y mermeladas, pero su presencia en los comedores colombianos se genera, principalmente, a través del arroz.

En segundo lugar aparece la Organización Roa Flor Huila, ORF, con unas ventas por $1,6 billones en 2024, desempeño que arrojó una caída de 11% año contra año. La compañía, con 50 años de historia, resalta que cuenta con ocho plantas propias y cuatro maquilas, en las que se compra y procesa 20% de la producción nacional a 3.350 agricultores.

Antes de ser relevado por Jaime Alberto Rojas Díaz en la gerencia, Hernando Rodríguez defendió que la compañía no operaba ni hacía parte de oligopolios ni monopolios y señaló que ponían de 30.000 a 35.000 toneladas en el mercado colombiano. Bajo su operación, hay tres marcas: Roa, Flor Huila y Doña Pepa.

El top 3 lo cierra Supremo, marca operada por Unión de Arroceros SAS y con una trayectoria que igualmente pasa el umbral de las cinco décadas. Toda su fuerza comercial en la categoría del arroz se aglomera bajo su única marca: Supremo y en 2024 facturó $387.972 millones; cifra que implicó una reducción anualizada de 16% si se compara con los $463.375 registrados en 2023.

La compañía cuenta con cuatro plantas ubicadas entre Tolima y Casanare, cuenta con 4.000 clientes directos y comercializa 180 millones de libras, aproximadamente.

Estos jugadores compiten en un mercado con 14 millones de hogares y 52 millones de habitantes, en donde la ingesta promedio creció 15% desde el año 2000. Sin embargo, el consumo per cápita de Colombia ronda los 46 kilos anuales, lejos del promedio mundial reportado por la FAO (81 kilogramos) y aun más distante de los 10 países más consumidores de este cereal (279 kilos promedio).

Cuando el ciclo de la materia prima muestra una curva hacia abajo, las miradas se posan sobre las compañías que se la compran a los arroceros y la transforman en un producto listo para consumir. Sin embargo, hay un desfase entre oferta y demanda, dado que, con corte a 2023, la producción en los campos fue de 3,1 millones de toneladas, pero la demanda total estuvo por el orden de $2,3 millones de toneladas; esto apunta a un posible exceso de inventarios y a un sobre almacenamiento que, finalmente, por ley de oferta y demanda reduce los precios.

El gerente general de Fedearroz, Rafael Hernández, recordó que en junio de 2024, los productores recibieron en promedio nacional, cerca de $225.000 por carga, precio que a la fecha ha descendido a $170.000 en la zona centro y hasta $158.000 en la zona de los llanos, reducción cercana a 25%.

"La idea no es que los demás eslabones de la cadena registren pérdidas, los precios deben ser justos para todos, garantizando eso sí, desde un principio, la justicia para el eslabón primario, porque de los contrario, lo que se afianza es la destrucción de un sector productor básico de la seguridad alimentaria nacional", apuntó Hernández.