Las tres controversias que enfrentan a los lecheros y a los industriales del sector
miércoles, 22 de julio de 2020
Asoleche, gremio de los industriales lecheros, y Analac, que representa a los ganaderos, discrepan sobre el precio, consumo e importaciones
Laura Lucía Becerra Elejalde
El sector lechero se sacudió este fin de semana, luego de que se conoció que la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac) denunció que Alpina planeaba reducir el precio de compra a sus productores y disminuir 10% el volumen total de leche que adquiere localmente, a lo que la empresa respondió aclarando que dicha decisión se debía a que las medidas que han tomado para manejar los excedentes no han sido suficientes para mitigar la caída en el consumo que ha visto el sector este año y que ha afectado a las empresas.
De acuerdo con Asoleche, el gremio que representa a los productores (Alpina, Alquería, El Pomar, Gloria Colombia y Parmalat, entre otros) los consumidores han reducido 17% su gasto en leche desde marzo debido a la pandemia, lo que no solo afecta la caja de las empresas, sino que genera una acumulación de leche cruda.
“En Colombia se está presentando una caída de la demanda muy fuerte, que obedece a que el poder adquisitivo de los colombianos está cayendo también por la pandemia. Los inventarios de las compañías están a 100%, y en el país hay poca oportunidad de pulverización”, dijo Juan Sebastián Bargans, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Productores de Leche (Asoleche).
Contrario a esto, desde Analac, Javier Ardila, gerente del gremio, sostuvo que si se revisan las cifras oficiales, en lo corrido del año hasta mayo se aprecia un crecimiento de 26% en el gasto de los hogares en leche y sus derivados.
A pesar de que ambas caras de la moneda reconocen un crecimiento cercano a 7% en la producción láctea nacional este año, el segundo punto por el cual discrepan los ganaderos y los industriales son las importaciones de leche en polvo.
El año pasado se presentó un déficit en la producción nacional de leche por el verano, lo que obligó a que las empresas importaran materia prima para completar sus inventarios. Analac solicitó una intervención gubernamental para controlar las importaciones, pues según Ardila, entre enero y febrero, con una perspectiva climática similar, “las empresas importaron leche, bajo la expectativa de que también les iba a hacer falta”, pero propuso revisar estas expectativas por el cambio generado en marzo con el covid.
Bargans aseguró que “se ha generado un mito de que el problema se debe al alto volumen de las importaciones”, y reafirmó que el problema está en la caída de la demanda, pues según Asoleche, “esas importaciones ya se consumieron en el país, y a mayo se da un inventario de leche en polvo de 9.400 toneladas, que solo son cuatro días de producción de leche”. Además, según Bargans, cerca de 60% de la leche que se importa se destina a otras industrias de alimentos.
Estos dos elementos llevan al centro de la polémica: el valor por litro de leche que reciben los productores, que en mayo se pagó en promedio a $1.267 a nivel nacional. Analac asegura que las empresas están bajando los precios, mientras que Asoleche defiende que se mantienen en los márgenes definidos por la Resolución 017 de 2012 del Ministerio de Agricultura, que determinó el sistema de pago de leche cruda al productor.
“Todas las empresas bajaron los precios de la leche, le anunciaron al productor que le bajaban $50, $40, $20, ahí no se salva ninguna: Alquería, Parmalat, Algarra (Gloria), Alpina. Todas le anunciaron a los ganaderos que van a bajar los precios de compra porque las ventas están difíciles, pero lo que se está recogiendo se está vendiendo”, denunció Ardila.
Por el contrario, Bargans defendió a los empresarios, y aseguró que “en ningún momento se está pagando por debajo de lo que dice la normatividad, pero en el momento en que hay exceso, cae el precio frente a los pagos voluntarios”.
Sin embargo, aseguró que el precio que se maneja en Colombia no es competitivo a nivel internacional, lo que genera bajas exportaciones, por lo que propuso una actualización del sistema de pagos, mientras que Ardila abogó porque se mantenga el acuerdo.
La posición de Alpina ante las acusaciones
Alpina respondió por medio de un comunicado argumentando que la empresa en lo corrido del año solo ha importado 1.800 toneladas de leche en polvo y que implementó otras medidas como incrementos de inventario de leche en bolsas, aumento en el almacenamiento de quesos maduros, la pulverización de más de dos millones de litros de leche y donación de cuatro unidades de producto. Pero aclaró que, al no ser suficientes, sí tuvo que reducir las compras a algunos productores de la sabana de Bogotá y Boyacá.