Licoreras de Antioquia y Cundinamarca, con mayor caída en venta de aguardiente
sábado, 30 de enero de 2021
La comercialización de este licor tuvo una caída de 47% en todo el país, y la de ron fue de 27%. Cierres de bares afectaron
José González Bell
La industria licorera se vio afectada en 2020 debido a la cuarentena de seis meses, toques de queda y ley seca impuesta en varias ciudades. Muestra de ello es que fábricas departamentales comercializaron 54,2 millones de botellas, mientras que en 2019 fueron 89,4 millones, es decir, una caída de 39% y las de Cundinamarca y Antioquia fueron las más golpeadas.
De acuerdo con Acil, gremio que agrupa a las licoreras, el aguardiente fue el producto más afectado, pues tuvo una contracción de ventas a distribuidores de 47,5%, al pasar de 53,7 millones de botellas a 28 millones. Esto se dio porque el producto era el preferido para tomar en conciertos y discotecas, espacios que, hasta la fecha, no se han podido reactivar. Además, festividades importantes como las ferias de Cali y de Manizales no se pudieron hacer.
Juan Alberto Castro, director ejecutivo de Acil, dijo que la industria del entretenimiento representaba 40% de las ventas.
La Fábrica de Licores de Antioquia, por ejemplo, es patrocinadora de varios eventos y su producto Aguardiente Antioqueño es líder en el mercado. Sin embargo, la comercialización de la FLA en 2020 disminuyó más de la mitad en esta categoría, pues pasó de 24 millones de botellas en 2019 a 11,5 millones.
Sin embargo, la Licorera de Cundinamarca fue la más golpeada. Las ventas a comercializadores disminuyeron 72% y cayeron a 3,7 millones de botellas, cuando en 2019 fueron 13,7 millones. En contraste, la Licorera de Cauca tuvo un crecimiento de 4,3%.
Acodres reportó que en 2020 cerraron 48.100 establecimientos, mientras que Asobares registró la clausura de 20.000 bares y discotecas. Esta situación afectó el consumo de ron y aguardiente, que contrario a lo que se pensaba, no pasó a los hogares.
“Las personas pueden tener un consumo de licor en sus hogares, pero no será ni cercano al que se hacía tradicionalmente en la industria del entretenimiento como bares, discotecas o conciertos. Además, las restricciones en enero no permiten una reactivación del sector. Nuestras expectativas para 2021 son muy pesimistas. Vemos que hay un rebrote que hay que controlar, la incertidumbre de abrir y cerrar está causando mucho daño. Somos solidarios con los gobernantes, pero también de los comerciantes”, expresó Castro.
Entre tanto, las ventas de ron cayeron 27%. En 2019 se comercializaron 35,8 millones de botellas y el año pasado 26,1 millones. En esta categoría, la licorera que más cayó fue la de Valle del Cauca (-71,7%), seguida por la de Antioquia.
El gerente de la Industria Licorera de Caldas, Luis Roberto Rivas, indicó que, para mitigar el impacto, enfocaron el presupuesto de mercadeo hacia los supermercados, tiendas y entregas a domicilios.
Por otro lado, la comercializadora Dislicores también señaló que el aguardiente y el ron son los productos más afectados durante la pandemia y que las categorías ganadoras de la coyuntura son el vino y la cerveza importada.
Por el momento, al igual que otros muchos sectores, solo se dará una recuperación cuando empiece el proceso de vacunación, lo que tiene intranquilos a muchos sectores.