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Los líos del Grupo CDO le han costado casi $17.000 millones en arriendos

Melisa Echeverri

El 27 de junio de 2014, el Grupo Constructora de Obras (CDO) debió entrar en un proceso de reorganización debido a un decreto expedido por la Superintendencia de Sociedades.

La medida se tomó con el fin de proteger el crédito y conservar los activos de la compañía ante una avalancha de reclamos y demandas de las víctimas del Edificio Space y de otras obras que resultaron mal ejecutadas y representaban un peligro para los usuarios. Además, ordenó el embargo y secuestro de los activos de las sociedades en insolvencia.

Tras dos años de esta decisión, un expediente de la Supersociedades reportó que hasta junio los egresos de este grupo alcanzaron los $97.487 millones. De esta suma, cerca de $17.000 millones se han destinado a auxilios de habitabilidad o arriendos para las personas damnificadas.

En este momento hay 2.359 acreedores que están pidiendo un acuerdo con la compañía. Entre los reclamantes no solo hay propietarios de inmuebles, sino trabajadores, bancos, proveedores, acreedores, quirografarios y accionistas.

De las más de 2.300 estructuras analizadas, CDO aseguró haber reforzado 636 viviendas, de las cuales 558 fueron arregladas en el conjunto residencial de Altos de San Juan en Medellín y 78 en Acuarela del Norte,  ubicado en Copacabana, Antioquia. Asimismo, en total hay 567 casas en ejecución, en Colores de Calasania de Medellín hay 377 y en Acuarela del Norte, 190.

Una de las decisiones que ya se habían tomado en este caso fue liquidar a la compañía Lérida CDO, constructora del condominio Space, una decisión que habría hecho posible restablecer el patrimonio de 161 propietarios que perdieron su vivienda.

La liquidación podría ser uno de los finales posibles de esta empresa, aunque también está la opción que logren recuperar se y volver al mercado.

De acuerdo con Luis Aurelio Díaz, gerente general de Oikos,  en caso de que la empresa vuelva, debería estar bajo unos lineamientos estrictos, con el fin de evitar que una catástrofe vuelva a ocurrir.

“Lo ideal sería salvar la compañía bajo una vigilancia de la Superintendencia de Sociedades, ya que finalmente es una empresa que genera empleo y un beneficio para el país”, indicó el experto.

Aún así, lo más difícil no es volver al mercado, sino recuperar la confianza del público. Sobre esto, Díaz resaltó que es posible lograrlo solo con la garantía de un visto bueno de las autoridades nacionales competentes. 

La opinión

Luis Aurelio Díaz
Gerente General de Oikos

“Lo ideal sería salvar la compañía. Esto, bajo la vigilancia que hace la Superintendencia de Sociedades”.