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Mercado, a prepararse para una emisión de acciones este año

María Paula Albán

Bancolombia estuvo en el centro de las noticias durante el año 2012, resultado de sus adquisiciones, su actividad en el mercado de renta fija y variable y su crecimiento, y todo parece mostrar que en 2013, y en los años siguientes, esta dinámica se mantendrá.

Carlos Raúl Yepes, presidente de Bancolombia y Empresario del Año LR, tiene claro que en 10 años quiere ver al banco consolidado en Centroamérica, El Caribe, Colombia y Perú, por lo que asegura que entre sus planes no se pasa ni Uruguay ni Chile, ni mucho menos Europa. Además, da una buena noticia para el mercado: este año saldrían a la venta las nuevas acciones de la entidad, por lo que más personas serán dueñas del banco más grande de Colombia.

Desde que empezó su gestión en Bancolombia se dio un cambio en el slogan. Más allá de la publicidad ¿cómo le están poniendo el alma al negocio?
De pronto lo más fácil fue tener el concepto, pero lo más difícil es llevarlo a la acción, lo que nosotros llamamos la coherencia entre lo que decimos, pensamos y hacemos. Tenemos muchísimas acciones coherentes : cuando somos capaces de entender a nuestros clientes cuando tienen dificultades, hablamos de conceptos como la cobranza digna, la venta responsable. También hablamos con los empleados de un lenguaje diferente porque cuando nosotros cambiamos el lenguaje, cambiamos la realidad, entonces la confianza, la integridad y la gratitud son elementos de relacionamiento. Es entender continuamente que la aspiración de Bancolombia es ser una empresa en crecimiento, rentable, sostenible y eficiente que esté basada en las personas. Por eso hablamos de una transformación trascendente para ser más y servir mejor.

¿Qué papel juega la banca en la transformación social del país?
Yo creo que es un factor muy importante. Nosotros en el Grupo Bancolombia nos vemos como unos actores de la sociedad donde uno participa de la vida pública, de las políticas del Estado, donde uno en esta en constante contacto con las comunidades, la ciudadanía y los clientes, y hay muchísimas formas de hacerlo. Uno de los objetivos más grandes es el de la inclusión y la bancarización, una de las principales características del relacionamiento nuestro es hablar de calidez y cercanía, pero también hablamos de respeto por los demás e inclusión. Ojalá el mayor número de personas posibles tuviera acceso a la banca, esto se vuelve un derecho fundamental y nosotros en la medida que estamos generando valor, generamos riqueza y la redistribuimos.

Hay mucha gente que ve en la banca algo negativo, ¿qué mensaje le envía usted a las personas que están en dificultades económicas, clientes de Bancolombia, que por ejemplo están colgadas con los créditos?
Yo creo que hay cierta hostilidad o animadversión que puede existir hacia el sistema financiero y es fruto también de lo que hace la arrogancia del sistema financiero en general, de lo distante que es. Mencionaba el tema de la cobranza digna, creo que tenemos que empezar a entender que es menos un problema legal, y estamos tratando de entenderlo también desde el punto de vista antropológico y estadístico. Podemos entender a los clientes cuando llegan en dificultades y para eso tenemos toda una serie de estructuras y de personas facilitando la reincorporación de las personas al sistema financiero. Es una filosofía de trabajo.

Hay polémica por la demora en la transmisión de las bajas en las tasas del Emisor a los créditos. ¿Por qué se demoran tanto?
Hay que mirarlo desde muchos puntos de vista. Si el Banco de la República viene de 4,5% a 4,25% , de 4% a 3,75%, no quiere decir que los créditos estén a eso al otro día, porque aquí lo que está en juego son riesgos. No todos los clientes son iguales y no todos los sectores de la economía son iguales. En el caso de Bancolombia, hemos sido los primeros en bajar las tasas y las transmitimos, tanto en la captación como en la colocación.

Acaban de cerrar el negocio más grande que ha hecho un banco colombiano en el exterior ¿A qué otros países tienen pensado llegar y dónde ve el banco en 10 años?
Tenemos una estrategia en la que queremos ser muy disciplinados. Queremos llegar a países que tengan estabilidad económica y legal, que sean amables para el inversionista, a empresas líderes que tengan buen gobierno corporativo, que le generen valor a los accionistas. Esa estrategia la venimos realizando con paciencia. También tenemos disciplina geográfica para diversificación. Queremos consolidar la banca universal del Grupo, los productos y servicios financieros en Centroamérica, El Caribe, Colombia y Perú. Ahí queremos estar, no nos vemos comprando bancos en Uruguay, en Chile o en Europa. En 10 años esperamos seguir siendo un banco líder desde lo económico y lo social.

Como parte de ese negocio se descartó que la emisión de acciones vaya ser para pagar la compra. ¿En qué se va a usar?
Para esta adquisición, en la cual debemos pagar US$2.100 millones, Bancolombia cuenta con su capital y su liquidez para poder hacerlo. Seguimos siendo una institución rentable, seria, sólida con muy buena estructura de balance. Hemos anunciado que vamos a pedir un cupo para acciones. A lo mejor necesitamos seguir creciendo. Viene Basilea III, una nueva regulación y seguramente tendremos que considerar una emisión que puede que sea este año.

Moody’s puso en revisión las notas de Bancolombia . ¿Cómo recibieron la noticia?
Con un negocio de esta magnitud es una responsabilidad de todos mirarlo bien . Nos vamos a reunir con las calificadoras, vamos a entregar información. Ellos tienen una visión de largo plazo y la nuestra es de corto plazo, entonces lo que prevemos es que puede haber algún deterioro en la calificación, pero no en la solidez ni es la estructura.

El dato del crecimiento del tercer trimestre sorprendió. ¿Cómo ven ustedes el PIB para el cierre de 2012 y en 2013?
Llamó poderosamente la atención que el cuarto trimestre del año 2012 fue muy bueno en términos económicos. Bancolombia tuvo muy buenos crecimientos, alrededor de 14-15% en su cartera, esperábamos incluso un poco menos. Creemos que este año va a estar en niveles similares, entre 13-15% en el movimiento de cartera y que el país puede estar creciendo a niveles de 4%, y la inflación está controlada entonces hay unos fundamentales valiosos. Hay que seguir apoyando al Gobierno porque si al Presidente le va bien, a todos nos va bien.

¿Cómo van los problemas de tecnología de Bancolombia?
Con cuidado y dedicación. Todas las industrias tenemos problemas, lo cierto es que somos una organización muy grande basada en la tecnología, somos la empresa que más transacciones electrónicas el año pasado hicimos cerca de 1.400 millones y eso nos imprime un reto superior. Cuando fallan los sistemas no estamos siendo impecables, pero el diálogo interno entre nosotros es muy estricto, es la búsqueda de la excelencia, nos preparamos para servir bien y cuando las cosas no salen nos preocupamos, pero creemos que hemos mejorado mucho. Al final lo importante es que el dinero de las personas nunca esté en riesgo.

¿Qué fue lo más complicado de volverse presidente del banco más grande de Colombia?
Cambian muchas cosas. Llegar a esa posición de presidente, donde hay 8 millones de clientes de tantos países, a uno le cambia la vida. Uno ve cierta soledad en la toma de decisiones, hay que entender muy bien la organización, conocerla a profundidad, reconocer que uno no solo está proponiendo obtener utilidades sino crear valor.

Y en lo personal, trato de estar el máximo de mi tiempo con mis señora y mis dos hijos, con mi familia, con mis hermanos, disfruto las cosas sencillas, soy muy casero, no soy de muchas salidas y cocteles, me gusta mucho ir al estadio, solo que ahora me toca comportarme mejor. Pero mis amigos siguen ahí, nunca han visto un cambio. Tengo muy claro que tengo una cultura del desapego material muy grande y disfrutó más de otras cosas.

¿Cómo se describe como líder?
Lo resumiría en una frase muy sencilla que la aprendí de los jesuitas: siempre estoy pensando en los demás. Siempre quiero servir y estoy muy conectado con la realidad de las personas, trato de entenderlas y evitar los prejuicios. Hago el examen general que es reflexionar sobre el día a día , qué hice mal, qué cosas puede haber hecho mejor, qué hice bueno para seguir haciéndolas.

¿Cómo es la relación del presidente de Bancolombia con los vicepresidentes?
Tengo un grupo de trabajo con quienes nos entendemos muy bien, la clave es la confianza. Es un equipo con buena comunicación y basados en la confianza, los números vienen por añadidura. Es un equipo empoderado, con conocimiento del sistema bancario, conocen el espíritu de Bancolombia y se identifican con una banca más humana.

El año pasado dio una lección de valores con el tema de las neveras del Éxito. ¿En qué terminó?
Las personas reaccionaron y muchos pagaron la diferencia en las neveras, algunos las devolvieron y otros se quedaron con ellas. Yo quería asegurarme de que el hecho hubiera sucedido como lo narré y expresar que frente a eso nosotros escogíamos cómo decidir, porque las decisiones todas tienen valores implícitos y hay que asumir las consecuencias. Y en una empresa como estas, donde la confianza es uno de los activos más importantes, uno no puede comportarse de esa manera. Esa fue mi reflexión.

¿Cuál es su gran pasión?
Yo no diría que una porque tengo varias. El banco y su gente es una pasión, por eso todos los días me levanto pensando en qué puedo hacer por el banco y por cada una de las personas que hacen parte de la organización, que son muchos. Las personas con las que trabajo son mi pasión, quererlos, apoyarlos. Mi familia es mi pasión y Nacional también.

Un consejo financiero. ¿Cuándo vale la pena endeudarse?
Yo creo que es clave conocer muy bien la capacidad de pago, tener prudencia y pensar en el futuro. Si uno reúne esos elementos, seguramente uno va a poder gastar de conformidad con lo que tiene en el presente, pero también anticiparse o a lo bueno o a lo que no puede ser tan bueno hacía el futuro. Al final es un principio de responsabilidad.

¿Cuántas tarjetas de crédito tiene en su poder?
Todas las que me da el banco, porque no tengo de la competencia.