“Modificar la ley 810 de etiquetado destruye el trabajo de una década de la industria”
lunes, 12 de diciembre de 2022
Julián Castro, fundador de FreeZen, explica los riesgos que afrontan las empresas de alimentos y en especial las Pyme de producirse el cambio del etiquetado frontal de alimentos
La industria de alimentos estaría en vilo por una nueva normativa de etiquetado frontal en el horizonte, que modificaría la ley 810 de 2021. Julián Castro, fundador y CEO de la startup de alimentos alternativos FreeZen, explica que esto afectaría las finanzas de los empresarios del sector, por el alto costo que implican cambios que ya habían sido generados este año con el fin de que los consumidores tengan ideas más claras de los ingredientes de los productos.
¿Qué es FreeZen?
Nos hemos convertido en la primera marca en sacar un helado a base de proteínas, libre de azúcares añadidos, apto para diabéticos, alto en fibra y con 50% menos calorías que cualquier helado del mercado. Decidimos innovar en ese producto y darle la vuelta a algo que se conocía como dañino para la salud. Nuestra apuesta ha sido usar materias primas locales enfocándonos en el consumidor con una propuesta de valor agregado, teniendo en cuenta la ley del etiquetado 810, que ya estaba en Chile e iba a entrar a México.
¿Qué beneficios les brinda la ley del etiquetado 810?
Nosotros estamos muy felices con la ley del etiquetado 810 porque ayuda al consumidor a elegir mejores productos basados en unas etiquetas claras sobre las características de lo que van a adquirir. Pero ahora con la modificación a esta ley se está destruyendo el trabajo de 10 años de todas las empresas de consumo de alimentos del país.
¿Cómo los afecta esta modificación?
Nos afecta la modificación a la resolución porque tiene impactos: el primero, es el costo a la modificación porque debemos volver a repetir el gasto financiero de recursos. Para sacar una etiqueta para un producto se gasta entre $10 y $15 millones. En nuestro caso, nos cuesta $15 millones y tengo 20 productos. Nos estaríamos gastando alrededor de $300 millones, que ya fueron invertidos para cumplir con la primera ley expedida el año pasado. Ahora, con la modificación que están presionando desde diferentes instancias al Gobierno, nos tocaría volver a invertir esa misma cantidad de dinero en menos de un año. En el caso de Freezen, esto equivale al 30% de las ventas promedio de Freezen en el año. Segundo destruye la innovación y confunde al consumidor.
A modo de balance, ¿cómo les ha ido este año?
Ese año ha sido complejo. Crecimos 35% respecto a 2021. Fue mucho mejor el año anterior, porque la empresa se triplicó en la pandemia, ya que durante ese tiempo se cuestionaron las formas de alimentación y nosotros al tener una propuesta de valor sin azúcares añadidos ganamos mercado. Este año fue moderado, nos enfocamos en la gestión del cambio de etiquetas y no tuvimos lanzamientos de nuevos productos.
¿Cuáles son los otros productos con los que cuenta Freezen?
En este momento, tenemos cuatro líneas de negocio. Le presentamos al consumidor opciones saludables de helados, que concentran 20% de las ventas de la marca; complementados con otros productos como galletas, que tienen 20%, mermeladas (15%) y leche de almendras (5%).
¿Qué los diferencia de otros productos bajos en calorías o catalogados como “ligth”?
En FreeZen ofrecemos una opción para el diabético que no puede consumir helado, así le digan que es light, porque un producto light lo que tiene son menos calorías, pero igual contiene azúcares en el trasfondo. Esto es una forma de decirles a los diabéticos que nuestros productos los pueden consumir.
¿Cuáles son las proyecciones en crecimiento para 2023?
Para el próximo año, planeamos crecer en alrededor de 30%, pero está entre paréntesis porque el impuesto saludable de la tributaria le subirá a todo; eso disminuirá las ventas de las empresas, tanto de productos saludables y los que no, también; y ahora con el presupuesto que estamos organizando nos está dando apenas 18% de crecimiento para 2023.
¿Qué medidas tomarán para el próximo año?
Tenemos unas medidas que vamos a tomar para el próximo año. Consideramos que la mejor forma de proteger 2023 será retrocediendo en el portafolio. Por eso sacaremos productos. Alrededor de unas cuatro o cinco referencias, por lo de la modificación de la ley del etiquetado. Ese dinero será reinvertido en los otros productos.