Empresas

Mujeres genéticamente destinadas a ser emprendedoras

María Alejandra Solano Vargas

Esta es una cifra que cobra sentido cuando se habla de cómo las mujeres tienen desventajas, no solo en el campo laboral, sino también a la hora de fundar una compañía. 

Algunas de ellas no tienen los recursos económicos suficientes para llevar a cabo un proyecto empresarial y muchas otras, no cuentan con el apoyo de sus parejas, familiares o amigos para crear una nueva firma. 

Otras empiezan con la idea de tener un negocio propio, pero al mismo tiempo deben llevar a sus hijos al colegio, hacer un almuerzo, o incluso trabajar para sostenerse mientras su emprendimiento sale a flote. 

Varias mujeres de las que hablo tienen miedo de arriesgarse por un proyecto que puede resultar o no. Otras le temen a cambiar o a desligarse de un trabajo que les ofrece la estabilidad económica y prestaciones sociales mes a mes. 

Piensan primero en la seguridad económica de sus hijos; de sus padres; de sus esposos. De sus hogares y por eso dejan todo a la duda del: ¿será que sí? 

Solo 40% de las mujeres que busca emprender, lo hace por necesidades económicas en edades que rondan entre los 25 y 44 años. El porcentaje restante lo hace por oportunidad, lo que demuestra que el genero tiene en su ADN las ganas de crear empresa. 

Sin embargo, las cifras de las pocas mujeres que logran su objetivo revelan cómo las políticas de género en pro de las micro compañías se están quedando en los anaqueles de los políticos. 

Los resultados que muchas veces muestran las instituciones colombianas no concuerdan con los estudios internacionales o con las cifras de universidades como la Javeriana o los Andes. 

Es por esto que hay que incluir en las discusiones de todos los sectores, la creación de una política de emprendimiento con un enfoque de genero, que pueda elevar ese 4% de mujeres que logran crear nuevas compañías, a por lo menos un 17%.