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Nuevo gerente de ILC baja presupuesto de ventas a 20 millones de botellas

Teresita Celis

Jorge Iván Orozco, es el gerente en propiedad número cinco que pasa por la Industria Licorera de Caldas (ILC), en los últimos dos años. Lleva menos de dos semanas en el cargo y, como sus antecesores, tendrá que lidiar con una crisis vieja que amenaza la viabilidad financiera de la firma y que de paso ‘quemó’ a los últimos cuatro gerentes que intentaron acomodarse en esa silla.

Sin embargo, Orozco, un contador público experto en manejo de finanzas, no le teme a ese ‘mega-reto’ y sabe que llega a hacer ajustes. Incluso él mismo lo advierte. “Esta empresa es viable si se hacen ajustes”, dice.

El primer ajuste en su agenda (que no hace parte de la mencionada reestructuración que requiere la ILC pero deja en materia comercial y presupuestal un camino definido para enfrentar los cinco meses que faltan de este 2014) fue bajar el presupuesto de ventas, establecido en unas 23 millones de botellas a 20 millones. De estos, la meta que tiene el nuevo directivo es colocar en el mercado entre 16 y 17 millones de unidades en ron y aguardiente.

La razón la sustentó en que este año no se producirá alcohol porque la destilería está apagada y dijo que la marginalidad esperada no se afectará. “El plan de venta y cuotas ya está montado. Lo vamos a ejecutar con la meta que debemos crecer en ventas”, sostuvo.

Aunque señaló que todavía no tiene las cifras consolidadas de ventas nacionales al corte del primer semestre, dijo, de manera preliminar, que se habría cerrado con un crecimiento superior a 6% frente al mismo período de 2013.

Mientras llegan las cuentas exactas, hay asuntos claros que lo esperan y que tienen que ver con los mencionados ajustes.

Orozco, como sus antecesores, sabe que los costos laborales y prestaciones en la ILC son muy altos. “Se deben tomar las decisiones necesarias que ayuden a disminuir el costo de producción que es el más alto comparado con las licoreras de Antioquia, Valle y Cundinamarca. Mientras ellos tienen un 51%, nosotros estamos cercanos al 54%. Lo otro es que la marginalidad en las ventas también se debe conversar con los distribuidores para que el negocio sea gana-gana”, subraya.

Una de esas decisiones es el plan de retiro voluntario que tiene impacto sobre unos 110 trabajadores y que, según el nuevo directivo, estará listo en dos semanas para proponerlo. “Buscamos que todos o un buen número se acoja a él”, agregó. La ILC tiene hoy unos 250 funcionarios.

Otro ajuste pendiente, polémico y sensible, es definir el futuro de la destilería que fue apagada este año ante su inviabilidad por costos y por el tema ambiental. Sobre el asunto ratificó que este año no será prendida y que las decisiones definitivas se tomarían antes de terminar 2014 de acuerdo a los estudios que están avanzando. Lo que sí dijo es que hoy es más barato para la empresa comprar el alcohol para fabricar licores (proceso que está en marcha) que destilarlo.

Con este panorama Orozco llega a emprender la anunciada reestructuración de la licorera y tiene como meta sanearla y ponerla a rentar.