Construcción

Oikos, Amarilo y Prodesa reportan un alza de hasta 25% en los costos de sus insumos

La crisis global y los fenómenos macroeconómicos están afectando a las constructoras, en especial en los precios de materiales. Sin embargo, crecen los proyectos

Allison Gutiérrez Núñez

Bajar los aranceles a los insumos de la construcción, es una de las demandas que ha venido haciendo el sector, representado por Camacol, para aliviar el alza de precios de materiales como el acero.

Bajo esa coyuntura se encuentran operando las constructoras del país que, desde hace varias semanas, vienen reportando un incremento en los precios de los materiales por el orden de 18% a 25%.

“Los precios en los insumos han tenido un incremento importante en los últimos 18 meses, del orden de 25% ponderado, incidiendo en los costos directos de nuestras obras y generando un impacto en los ritmos de construcción, lo cual ocasiona mayor tiempo de obra y trae costos adicionales en los gastos generales. En 2021 tuvimos incrementos de aproximadamente un 35% a 40%”, dice Juan Antonio Pardo, presidente de Prodesa.

Algunos de los materiales con mayor tendencia alcista son, como se mencionó, el acero y el PVC, dos insumos claves para las obras, que están afectados tanto en precios como en oferta.

Pero, a ¿a qué responde dicho incremento?

Según indica la industria, se debe a varios fenómenos globales y del orden local.

Algunos de ellos, y que serían los principales, son: la reactivación económica, y por ende activación del sector de la construcción (alta demanda y bajos inventarios); efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, jugadores importantes en la fabricación y exportación de acero en el mundo; sobrecostos del transporte marítimo; y la variación de la tasa de cambio.

“Estos incrementos han impactado de manera importante al sector de la construcción, a los cronogramas de trabajo y entregas, justo en un momento en el que la demanda de las Viviendas de Interés Social (VIS) y no Vis está en auge; y cuyos precios de venta para las viviendas VIS son regulados, por lo que urge que desde el Gobierno se alivien sobrecostos como el arancel de algunos insumos que den un respiro a esta situación”, dice Pardo.

LOS CONTRASTES

  • Roberto Moreno Presidente de Amarilo

    “Los materiales de construcción han elevado sus costos debido a la coyuntura mundial. Pero ese costo adicional no lo hemos traslados a los proyectos vigentes”.

En cuanto a qué tanto esto está afectando la producción y el desarrollo de los proyectos de vivienda, por ejemplo, con el estancamiento de la obra, la respuesta de las constructoras es que es un riesgo inminente pero que no está sucediendo aún.

“Los proyectos en su totalidad están afectados por el incremento en costos, pero no se han parado, dado el ajuste en precios que estamos haciendo varias constructoras”, afirma Luis Aurelio Díaz, gerente general de Oikos.

En esa línea también está Prodesa. “En Prodesa no hemos parado nuestras obras, ni tenemos planeado parar ningún proyecto; actualmente trabajamos buscando eficiencias, capitalizando la baja en los precios de insumos como el acero y el aluminio y sorteando el alza del dólar, de tal forma que buscamos entregar a nuestros clientes la mejor calidad en cada uno de nuestros proyectos”, indica el presidente de la constructora Prodesa.

Y es que, como indicó el directivo, el alza del dólar está siendo otro de los dolores de cabeza de los constructores. Esto porque muchos de los insumos utilizados en el sector son importados y por ende regulados en precios por las divisas. Muchos de estos son los ascensores, los pisos laminados, el cobre, los porcelanatos, los insumos para producción de tuberías en PVC, el aluminio, entre otros.

“La incidencia de los materiales importados en la construcción de vivienda es muy alta. Por ende, el alza del dólar nos afecta, pues en un mundo globalizado los insumos se regulan por el mercado mundial”, señala Marín Valencia, gerente general de Marval.

Pese a todo esto, los jugadores de este sector reportan que el comportamiento financiero será de crecimiento y no de caídas, ni de sostenimiento. Esa proyección de las principales constructoras del país está entre 8% y 20%.

“Para este 2022, proyectamos un crecimiento de 20% en ventas, con 13.000 unidades de vivienda vendidas que equivalen a $3 billones”, sostiene Roberto Moreno, presidente de Amarilo.

Además, las constructoras seguirán aprovechando la disparada en ventas de viviendas en el país, dado los subsidios otorgados por el Gobierno. Por eso, Amarilo ha vendido un total de 7.178 unidades de vivienda y espera totalizar 13.000 al cierre de 2022. Actualmente, la constructora cuenta con 32 proyectos en obra y ocho terminados.

TEMAS


Camacol - Oikos - Amarilo - Prodesa