Comercio

Panes de $100 y $200 desaparecieron de las vitrinas desde hace más de seis meses

Panorama panaderías de barrio

Los insumos para la elaboración del pan en sus diferentes presentaciones aumentaron su precio en más de 60% los últimos meses

Manuel Santiago Sánchez González

El precio del pan ha alcanzado niveles nunca antes vistos. El tradicional pan de $100 dejó de existir en las vitrinas de las más de 25.000 panaderías del país. Según cifras expuestas por grandes compañías productoras como Comapan y Bimbo, los insumos para la elaboración del pan han aumentado entre 60% y 70%.

Pero el aumento en el costo de la materia prima para la elaboración del producto no solo afecta a las grandes industrias. En un país que tiene un consumo anual per cápita de 82 kilos, las históricas panaderías de barrio también han tenido que enfrentar los altos costos y han tenido que aumentar precios o reducir el gramaje de sus porciones.

Camilo Medina, encargado de una de las filiales de la franquicia Hornitos en Bogotá, señala que “con el incremento de los precios hemos visto una reducción en el número de clientes o en la frecuencia con la que estos lo hacen; hemos implementado varias soluciones, como la reducción del gramaje para lograr ofrecer un buen producto sin afectar los precios drásticamente. Por otro lado, hay que decir que el pan de $100 y $200 desapareció desde hace seis meses. Ahora el valor de nuestro producto más económico es de $500 pesos, y ya no es de las mismas dimensiones de años atrás”.

El panorama en los diferentes lugares de la capital no es muy diferente, desde cafeterías de grandes supermercados hasta productoras de panes artesanales han visto cómo los costos de producción empiezan a generar dificultades en sus estándares de gramaje. El pan más barato ahora es más caro y más pequeño, una constante en las 8.000 panaderías registradas en Bogotá.

El pan blando o de leche no es el único producto que ha sufrido modificaciones en sus valores. LR lo constató con Hornitos, Romannoti yPan Dorado, que tienen varias sedes en la ciudad, y con las tradicionales panaderías El Campín y El Súper Pan.

LOS CONTRASTES

  • Alejandro Vélez Presidente Comapán

    “Dentro de nuestras producciones trabajamos con pequeños proveedores, pero para evitar algunas circunstancias externas tenemos nuestros propios molinos”

El popular roscón o los productos con algún tipo de recubrimiento en hojaldre también han sido víctimas de la inflación, dice Frank López, administrador y encargado de la producción de panadería Romannoti. “El pan grande se nos está quedando un poco; han bajado las ventas, además desde hace seis meses ya las personas no encuentran pan de $200, cada vez que un cliente llega quedan sorprendidos por las modificaciones en los precios de los productos. En varias panaderías de la ciudad el pan más económico a veces ya está en $400 o $500; nosotros hemos pensado importar nosotros mismos los insumos pero es muy complicado, o utilizar los insumos del pan grande y utilizarlos para convertiros en panes más pequeños”.

Los clientes de las llamadas panaderías de barrio no discriminan de estrato ni profesión, los expertos aseguran que el éxito de estas está ligado a la relación vendedor y comprador. Para Alejandro Pérez, de Pan Dorado, el consumo de pan ha sufrido algún descenso pero con el paso de los días la situación puede normalizarse: “el producto que se maneja en la capital es de muy buena calidad, de hecho en lagunas ciudades las personas piden que le llevemos pan de Bogotá, el sabor y la textura serán los pilares para mantenernos a flote”.

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