Presidenta de Asocajas defiende que la reforma laboral no piensa en los informales

Mientras la reforma laboral avanza en el Congreso, Adriana Guillén, presidenta de Asocajas, mencionó que el texto de ese proyecto aumenta las garantías para la población que cuenta con vinculación formal, pero no está teniendo en cuenta a quienes laboran en condiciones de informalidad.

"Estamos dejando por fuera a 13 millones de personas que necesitan que pensemos en ellas y que pensemos en nuevas formas de contratación. Entonces nuestro observación es, está bien, trabajemos por esta población formal pero pensemos también en ese 60% de colombianos ocupados que no están recibiendo la atención que se debe", comentó la líder gremial.

Expuso que "en ese mundo de la informalidad hay muchas personas que están produciendo ingresos, hay una informalidad voluntaria, y son las personas que no quieren ser visibles porque tendrían que hacer contribuciones a seguridad social".

Añadió que "hay otra informalidad estructural, en la que hay niveles altos de pobreza. Entonces, primero, tenemos que trabajar en temas educativos y laborales al mismo tiempo. Segundo, tenemos que empezar a hablar de ingreso. Por eso cuando se habla del trabajo por horas o semanas, que a veces no lo entendemos muy bien, lo que estamos tratando de decir es que esas personas podrían cotizar una porción y estaríamos ayudado a aliviar esa carga que les hemos dejado a esos contribuyentes que tienen contrato laboral y deben pagar impuestos".

"Hay muchas posibilidades que no hemos pensado. Por ejemplo, en el caso de un Rappi, qué tal si el consumidor en cada operación de la que se está beneficiando, destina un porcentaje para un fondo, que ese proveedor que se está beneficiando, un porcentaje de la transacción se vaya a un fondo, que ese aplicativo ponga un porcentaje y así creemos un fondo a partir del que le podamos generar protección social a esos Rappitenderos, esas son formas nuevas de llegar al mundo laboral y a la protección social que no se nos están ocurriendo", resaltó.

Guillén planteó que uno de los retos que tiene actualmente el país consiste en crear una regulación acorde con la realidad del mercado laboral, en el que predominan las personas de las generaciones milenial y centenial.

Mencionó que estas dos últimas capas poblacionales "quieren tener varios clientes, no jefes y están menos dispuestos a trabajar en actividades manuales, porque el mundo ha migrado a la economía basada en servicios".

Al citar cifras del Dane, resaltó que en Colombia hay 14,2 millones de personas inactivas y 12,7 millones están en la informalidad, por lo que un potencial de casi 27 millones habitantes no tendrán cobertura pensional y esto se torna en una situación más compleja de resolver con las finanzas públicas.