Laboral

Los profesionales del sector financiero lideran las juntas directivas de organizaciones

La participación de las mujeres en estos altos mandos llega a 62,9%; y seis de cada 10 sociedades tiene esta figura, según la Supersociedades

Nathalia Morales Arévalo

La Superintendencia de Sociedades presentó el informe de Buenas Prácticas Empresariales que permite establecer los aspectos más importantes de las empresas colombianas con relación a las prácticas de gobierno corporativo. Para ello, consultó a 5.592 sociedades en el país que reportan información no financiera a esta entidad y evidenció que 58,2% de las compañías tiene junta directiva.

Un dato interesante del informe es que precisó el perfil de los miembros de las juntas directivas y reveló que en su mayoría son profesionales del sector financiero (69%), los segundos más comunes son los ingenieros (ciencias técnicas), en un 53%; y los terceros, son académicos (45,3%). El listado continúa con profesionales en administración de riesgos, banca de inversión, ciencias jurídicas, sociales y contaduría.

“Promover una cultura de gobierno corporativo maximiza el valor de las empresas y el bienestar de la comunidad, sus trabajadores y el medio ambiente. Las buenas prácticas ofrecen herramientas para generar mejores decisiones y para la consecución de los objetivos empresariales”, aseguró Andrés Barreto, superintendente (e) de Sociedades.

Un segundo dato que llama la atención del reporte es la participación de las mujeres en las juntas directivas, que creció el año pasado y alcanzó niveles de 62,9% en comparación con 2019 (58,4%). Este factor es relevante, no solo por la importancia de la inclusión, sino porque las empresas obtienen mayor rentabilidad cuando la junta directiva es diversa, según el informe.

Las variables dependientes tenidas en cuenta en el análisis de la Supersociedades fueron: ROA, calculada como ganancia sobre activos; y ROE, calculada como ganancia sobre patrimonio. Estas determinaron “un aumento del ROA de 23% cuando hubo una presencia menor a 25% de mujeres en la junta directiva”, dice el informe.

En el caso del ROE, hubo un aumento de 46% cuando la presencia de esta población significó menos de 25% de los altos mandos.

Empresas familiares

Otro de los datos relevantes del informe está basado en las empresas cuyo patrimonio y gobierno es ejercido por los miembros de una o varias familias. Hoy, 2.386 sociedades pertenecen a esta categoría y 25,9% está administrada por la primera generación, es decir, siguen lideradas por sus fundadores.

Entre las sociedades que manifestaron tener consejo de familia, la principal función que desarrolla este órgano es resolver conflictos societarios. Además, la mayoría de miembros de junta están entre los 46 a 55 años, específicamente un 42,3%, seguidos de 56 a 65 años con 36,7%.

LOS CONTRASTES

  • Andrés Barreto GonzálezSuperintendente (e) de Sociedades

    “Con las buenas prácticas de gobierno corporativo se logra que las empresas sean competitivas y que estén preparadas para afrontar los desafíos del entorno local y global”.

Responsabilidad social

El compromiso de las empresas a contribuir con el desarrollo económico, al tiempo que mejoran la calidad de vida de los trabajadores, la comunidad y el ambiente, cada vez toma más relevancia. En el último año, aumentaron las acciones de responsabilidad social que reducen el impacto ambiental de su operación para 86,12% de los consultados; para 92,03% de las compañías mejoró las condiciones laborales de sus empleados; y 95,27% de las organizaciones garantizó el respeto de los derechos humanos.

Funciones a cumplir de los altos mandos

Con votaciones superiores a 70%, las compañías consultadas por la Superintendencia de Sociedades manifestaron que la junta directiva debe aprobar el presupuesto anual, la política de recursos humanos de la sociedad, los gastos de capital relevantes y las transacciones de alto valor.

Asimismo, señalaron que los miembros del alto mando deben hacer seguimiento al cumplimiento de las políticas contables y al plan estratégico, así como definir la política de administración de riesgos de la sociedad y las políticas de información y comunicación con los grupos de interés de la empresa.

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