Agro

¿Quién está detrás de Nitrofert, la empresa que tenía interés en comprar Monómeros?

Gráfico LR

Aunque está matriculada en Barranquilla, el dueño de la mayor porción de la compañía está en Uruguay y fue multada por no revelar la real situación de control

Juan Camilo Quiceno

Hasta hace pocos meses Nitrofert fue noticia por su intento de adquirir a Monómeros, el principal productor de agroinsumos en Colombia. Hoy, la marca resuena por la multa que la Superintendencia de Sociedades le impuso a quien controla su operación. Se trata de la sociedad Ilsady SA; domiciliada en Uruguay y sin muchas apariciones públicas.

En su país de origen no se le atribuye la propiedad de alguna empresa reconocida ni su titular, pero acá en Colombia la SIC señala a Juan José Moratorio, quien sería el controlante. En medio del hermetismo en la región, Ilsady ha extendido sus intereses hacia Chile y, tal como se mencionó, hacia Colombia.

Gráfico LR

De acuerdo con los registros rastreados por LR, con fecha de 2023, la sociedad uruguaya poseía 96% de Nitrofert, empresa productora y proveedora de fertilizantes para el agro, matriculada en Barranquilla y con alcance a 72% del territorio colombiano.

Pese a que tiene una menor trayectoria en el mercado, esta organización quiso apalancarse en Monómeros para ganar participación y hubo acercamientos con los propietarios de la pretendida, quienes fijaron un valor cercano a US$350 millones por el negocio.

Al final, la Supersociedades no dio su aval para que se concretara la transacción porque, tal como lo señaló, no se demostró que el objetivo fuese la preservación de la empresa originaria de Venezuela.

En este caso, Colombia pudo atestiguar un caso de “reverse takeover”; situación en la que una empresa de menor tamaño se queda con un competidor más grande, casi siempre, respaldada por el músculo financiero de un inversionista o de uno de sus propietarios.

De acuerdo con los informes recopilados sobre Ilsady, en 2023 dejó anotación en documentos oficiales gracias al registro de su filial en Chile, Ilsady Chile SpA, que nació con un capital inicial de US$350.000 y, meses después, aumentó a casi US$19 millones.

LOS CONTRASTES

  • Billy EscobarSuperintendente de Sociedades

    “Estas investigaciones resultan relevantes para los diferentes grupos de interés. Como se demostró en este caso, la entidad actúa garantizando el debido proceso”.

  • Jorge PachecoCEO de Nitrofert

    “Los grandes jugadores del mercado son externos, pero nosotros sí creemos que podemos apostarle a ser la empresa número uno, pero con verdaderos dolientes locales”.

Ese brazo operativo nació con objetivos diversos como invertir en bienes muebles e inmuebles, participar en sociedades de todo tipo, crear y administrar empresas y reinvertir utilidades. Su ampliación de capital, probablemente, evidenció el interés de darle solidez a un vehículo de inversión.

Sin mucho eco, Ilsady se ha erigido como matriz de un engranaje internacional que ya tiene incidencia entre países.

Multa en Colombia

La Superintendencia de Sociedades declaró controlante a Ilsady de Nitrofert y de otras cinco empresas: Nitrofoods, Nitrocredit, Nitrofarm, Intefert, y Nitrocaribe.

Además, se le impuso una multa por valor de $202 millones, teniendo en cuenta que no reveló en el registro mercantil de forma oportuna y completa el grupo empresarial.

Aunque el investigado se allanó al cargo formulado, según la entidad supervisora, una vez verificado el registro, se evidenció que la inscripción no atendía a la realidad corporativa, por lo que fue necesario declarar el grupo empresarial y ordenar su publicidad.

“Estas investigaciones resultan relevantes para los diferentes grupos de interés. Como se demostró en este caso, la entidad actúa garantizando el debido proceso y todos los demás derechos de los investigados”, indicó el superintendente de Sociedades, Billy Escobar.

El negocio que no se pudo materializar

La Supersociedades señaló que la principal razón para rechazar la compra de Monómeros fue que no se acreditó que el propósito consistiera en la preservación de la empresa como unidad productiva y que siguiera generando empleos, sino que más bien había un interés de venta de activos indeterminados. Adicionalmente, dijo que la información presentada no era clara, ni suficiente y tampoco precisa. Además, no contenía remuneración y establecía giros no determinados a su accionista principal, que no era parte del contrato.

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