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Rappi lanza "delivery de billetes" y pone en funcionamiento scooters en Argentina

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Rappi lanza dos nuevos servicios disruptivos con los que los usuarios recibirán dinero en efectivo en su casa y podrán sumarse a un 'carsharing' de scooters eléctricos que se recogen en la calle

Cronista - Buenos Aires

Con u$s 30 millones facturados, 2,5 millones de pedidos realizados y un crecimiento mensual de 30% en su primer año en el país, la app de delivery Rappi lanza dos nuevos servicios disruptivos, que no existen hoy en Argentina.

Uno es entrega de efectivo a domicilio, bajo el nombre Rappicash, mediante el cual el usuario “compra” con su tarjeta de crédito los billetes que le llevará un repartidor. El segundo es la incursión en el transporte. A través de una alianza con una compañía de monopatines eléctricos mexicana, la app permitirá retirar estos ‘scooters’ estacionados en la calle y alquilarlos por el tiempo que el usuario los necesite.

En días, Rappi también anunciará la incorporación de un importante
nuevo cliente, una gran cadena especializada en artículos de librería y oficina.
Con estos nuevos negocios y con las proyecciones de su tradicional delivery, el CEO de Rappi, Matías Casoy, estima quintuplicar la facturación del año pasado y expandirse a las grandes ciudades del país.

Según explicó Casoy en diálogo con El Cronista en sus nuevas oficinas en Las Cañitas, la apuesta de Rappi este año es fidelizar a sus usuarios pero también capturar nuevos clientes perfeccionando la oferta. Para la compañía esto es que las personas encuentren en la aplicación absolutamente todo lo que necesita. "Queremos ser la super app de Sudamérica", dijo.

Este es un servicio que Rappi ofrece en la mayoría de los 40 mercados donde opera y estará disponible el próximo mes en Argentina. Aunque la posibilidad del retiro de efectivo no lo ubican como un servicio financiero, la compañía sí tiene una pata fintech con el Rappipay, que funciona hace apenas más de un mes en el país y que permite pagar a través de la aplicación de Rappi con el escaneo de un código QR en cualquier comercio adherido.

El servicio de Rappicash es una apuesta, explica Casoy, porque se trata de un aporte a ampliar los servicios para los usuarios pero la empresa no obtiene ganancias reales ya que no tiene un cliente a quien cobrarle una comisión, como sería en el caso de un restaurante o supermercados que son el verdadero core del negocio. El costo del envío (hoy ronda los $40 para todos los pedidos), es íntegramente para el repartidor.

Otro lanzamiento para Argentina, que también ya funciona en otros países, deriva de una alianza entre Rappi y Grin, una compañía de monopatines eléctricos mexicana. Al estilo ‘carsharing’, se podrá encontrar el lugar (la estación Grin más cercana) donde retirar estos monopatines en la aplicación, a través de un código QR se podrán desbloquear y utilizar. Se paga una tarifa base y un costo por kilómetro y según Casoy habrá una estación disponible para el retiro y devolución prácticamente en cada cuadra.

Este negocio está en funcionamiento en Uruguay hace solo dos semanas, y a la Argentina llegará antes de mitad de año. El mes próximo también ingresará a Rappi como cliente una gran cadena de tiendas especializada en artículos de librería y oficina, que permitirá, por ejemplo, comprar un mapa y que el repartidor lo acerque a la puerta de una escuela.

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