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Telefónica, América Móvil y Oi preparan una oferta conjunta por TIM Brasil

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Fuentes informaron que la preparación de la oferta que estaría vehiculada a través del grupo financiero BTG Pactual, que actuaria como comisario mercantil. La venta por parte de Oi del negocio portugués, por US$9.171 millones, lo que le permitirá reducir considerablemente su deuda, ha desatado las especulaciones en Brasil, donde Oi ha maninfestado en repetidas ocasiones su interés por liderar la consolidación del sector, lo que supone la compra de TIM Brasil, que está participada en  67% por la matriz italiana.

Los ADR de TIM en la bolsa de nueva York subieron ayer 19%, antes de ser suspendidos. Por su parte, los ADR de OI subieron un 4,4%, mientras que Telefónica Brasil subieron en 3,1%.

BTG adquiriría Tim y luego lo dividiría en tres partes, repartiendo el negocio por estados, debido entre otras cosas a la necesidad de no superar determinadas cuotas de mercado en cada estado, algo que no sería admitido por las autoridades de competencia brasileñas.

Según las mismas fuentes, Oi se haría con alrededor de 25% de Tim y Claro –la filial de América Móvil, propiedad de del multimillonario Carlos Slim- y Telefónica se dividirían el resto entre ellos, lo que daría aproximadamente 37,5% para cada uno.

La participación de Telefónica en la operación –en la que está siendo asesorada por Banco Santander- tendría que producirse en una segunda fase, puesto que por el momento, está pendiente de que se le autorice, por parte de los reguladores de la competencia, la compra de la operadora de banda ancha GVT que adquirió a Vivendi. Como parte del pago de esa operación, Telefónica ha entregado a Vivendi toda su participación en Telecom Italia, algo más del 8%, por lo que ya no tendría ningún problema de incompatibilidad en el mercado brasileño.

Con la compra y el reparto de TIM, los tres operadores brasileños reducirían el nivel de competencia y reforzarían su escala, lo que les permitiría mejorar considerablemente su rentabilidad.

Los medios brasileños consideran que una operación de este calibre podría ser vista con buenos ojos por parte del nuevo gobierno de Dilma Rousseff, debido a que reforzaría la posición de Oi, el único operador de capital brasileño. Oi no sólo es el cuarto operador de móvil, -aunque es el primer operador de telefonía y banda ancha fija- sino que su posición en el mercado móvil se ha ido debilitando en los últimos años, perdiendo cuota de mercado.

Además, recientemente no acudió a la subasta para adquirir las vitales frecuencias de la banda de 700 megahercios, que se adjudicaron Telefónica, Claro y TIM. Estas frecuencias son las que van a permitir dar servicios de 4G con gran cobertura en zonas rurales e interiores de edificios. El hecho de no poseerlas supone una condena a medio plazo para Oi, que se vería en desventaja competitiva frente a dos gigantes como Telefónica y América Móvil. Las empresas están preparadas para realizar una oferta de unas 7,5 veces el ebitda de Tim, lo que supondría unos US$15.368 millones, lo que supone 40% más que la cotización actual de la operadora. Con todo, esa cifra está muy por debajo de los US$24.700 millones de valoración que ha fijado el consejero delegado de Telecom Italia, Marco Patuano.

Con todo, la posición de Patuano, que siempre ha considerado en público que su filial brasileña es estratégica y que es contrario, por tanto, a la venta de Tim –lo que provocó la ruptura con Telefónica y su salida del capital de Telecom Italia en la que estaba presente desde 2007- es difícil, ya que por su alta deuda tiene dificultades para hacer una oferta atractiva por Oi. Además, es improbable que las autoridades brasileñas permitiesen que la joya de la corona brasileña del sector fuese a parar a manos italianas.