“Tendremos una nueva planta en Barranquilla para llegar a la zona norte de Colombia”

El Pomar es una empresa dedicada a la producción y comercialización de productos lácteos y no lácteos. Actualmente están presentes en 8.000 tiendas en Bogotá y sus alrededores. Nelson Molano, gerente general de la empresa, aseguró que este semestre iniciarán un proyecto para la construcción de una planta en Barranquilla, desde la cual le apunta a llegar a la zona norte.

Tenemos lácteos y no lácteos: refrescos, néctares, avenas y bebidas listas para consumir de café. Contamos con productos de alta en proteína y bebidas vegetales, de almendras con y sin azúcar. Hemos entendido que el consumidor busca alternativas, como las personas que dejaron la leche. El queso es una categoría que viene creciendo en la mesa del consumidor. Las bebidas vegetales han cogido fuerza y vienen creciendo también.

¿De dónde provienen los ingresos de la compañía?

La marca propia hace entre 12% y 15% y el resto lo hace la maquila. Nuestra marca propia solo se vende en Bogotá y la maquila llega a nivel nacional a través de nuestros aliados. Algunos ya exportan a Estados Unidos, pues su capacidad de llegada es mucho mejor que la de nuestra marca. Estamos pensando en una ampliación que quiere generar mayor penetración, pues contamos con unas debilidades en materia de distribución.

¿A dónde están llegando con los productos?

Estamos llegando a Cundinamarca y con las nuevas líneas de productos estaremos a nivel nacional. Hacemos marcas blancas para D1, como la bebida de almendras, por ejemplo. Tenemos dos líneas de negocio: las maquilas, que trabajan con el retail y empresas, además de los productos propios. Hace poco fuimos certificados por la FDA y podemos exportar a EE.UU. con un aliado muy grande: logramos exportar un producto que querían sacar para ese país.

¿Hace cuánto empezaron con la maquila?

Empezamos en 2018 con D1, que es una de las marcas más antiguas. Las del segmento blanco a nivel mundial tienen un peso importante, aunque a Colombia llegaron un poco tarde. Esta se ha vuelto muy relevante en muchas categorías y el consumidor ya le perdió el miedo, pues tienen los mismos parámetros de las marcas tradicionales.

¿Cómo funcionará el plan de expansión de la marca?

Tenemos un proyecto que pensábamos iniciar este año: una nueva planta en Barranquilla. Cuando se piensa en una empresa láctea uno solo piensa en dos regiones: Bogotá o Antioquia porque son los dos hatos lecheros más grandes del país. Sin embargo, dentro de nuestra producción hemos desarrollado otras líneas de negocio como refrescos, néctares y bebidas vegetales. Nuestro proceso se ha apartado de la leche, aunque sigue siendo muy importante. Estamos estudiando Barranquilla porque lo entendemos como el norte para llegar a Atlántico, Magdalena, Cesar y los Santanderes. Esa parte representa 33% del consumo nacional.

¿Cuánto se ha invertido?

Es un proyecto que al finalizar podría alcanzar $25.000 millones. Hicimos la inversión en el terreno, que costó $5.000 millones con la compra de 20.000 metros. Es un proyecto grande y lo haremos por etapas. En cuatro años lo tendremos consolidado. Esperamos iniciar durante el segundo semestre de 2024.

¿Cómo les ha ido en materia de ingresos en 2024?

Venimos creciendo hasta el cierre de abril a 15%, que es una cifra muy buena porque la categoría no viene creciendo. Ha sido un año en el que hemos visto una deflación y los precios han bajado. Es una etapa de crecimiento a pesar de que no hemos subido los precios. El consumidor no está aguantando alzas en los precios.

¿Cuántas personas emplean?

Hemos crecido en 200 empleos en los últimos dos años. Cuando terminó la pandemia éramos 300 y ahora somos 500.