"Tenemos planeadas inversiones en San Andrés y en Cartagena por US$6 millones"

Chevron es uno de los grandes jugadores mundiales del sector energético, con la exploración, explotación, distribución y almacenamiento de combustibles líquidos, sin embargo, ya incluye dentro de su portafolio la transición energética, una apuesta que también ya tienen funcionando en Colombia. Aquí operan desde hace más de 100 años como distribuidores mayoristas de combustibles. María de los Ángeles Manrique, gerente de Chevron Colombia, contó a LR los planes de energía alternativa y de inversión que tienen para este año en el país.

¿Cómo va la operación?
Seguimos aumentando las estaciones servicio Texaco en todo el país, a la vez que fortalecemos nuestras terminales de abastecimiento. Actualmente, contamos con una red de cerca de 600 estaciones de servicio, seis terminales propias de distribución y almacenamiento de combustibles, cuatro terminales joint venture, operación en los aeropuertos de San Andrés y El Dorado, y una planta de lubricantes.

¿Qué novedades tiene en el negocio de distribución?
Recientemente, adquirimos dos terminales más en Yumbo y Buenaventura, ratificando el interés de inversión en Colombia y la expectativa de seguir creciendo regionalmente.

En inversión, ¿cuánto esperan colocar este año?
Tenemos planeadas inversiones en nuestras terminales de Cartagena y San Andrés por cerca de US$6 millones para los próximos años, adicional a las inversiones de mantenimiento en infraestructura en las plantas de abastecimiento de Bogotá, Medellín, Yumbo y Buenaventura.

¿Cuántos empleados tienen?
Tenemos 190 empleados asociados en Chevron Bogotá y en nuestras terminales, y cerca de 12.000 indirectos.

Una de las apuestas que tienen en transición energética es el de los biocombustibles, ¿cómo funciona el negocio?
En Colombia, contamos con la distribución de gasolina mezclada en todo el territorio. El último proyecto que inauguramos en este negocio fue San Andrés.

Y, ¿cómo les fue en la isla?
Ya finalizamos las adecuaciones de infraestructura en la terminal de San Andrés para responder al requerimiento del Gobierno de proveer una gasolina mezclada con biocombustible. Esto generó inversiones de US$1,3 millones.

¿Qué tan positivos son los biocombustibles?
Las mezclas con biocombustibles permiten mejorar la calidad de las gasolinas oxigenadas a los consumidores finales, incrementa su octanaje y reduce el contenido de azufre, además de que disminuyen las emisiones.

¿Cómo va Colombia en esto?
Para que estos beneficios sean una realidad sostenible, se necesita que el país llegue a unas mezclas de 10% y exista el bioetanol necesario.

Para ustedes, ¿cómo sería una transición energética acertada?
Una transición energética responsable podrá traducirse en un crecimiento económico sostenible, un incremento en la seguridad, confiabilidad energética y una reducción de emisiones. Tenemos toda la experiencia internacional para aportar. En Colombia, esto será posible de manera gradual, se necesitan soluciones energéticas confiables y viables económicamente.

Pero ¿Chevron seguirá manteniendo su negocio global de combustibles convencionales?
Sí, en Colombia le seguiremos apostando a los combustibles líquidos. Creemos que seguirán teniendo un rol importante en la próxima década al ser una solución eficiente y una opción accesible para ir migrando de manera segura hacia fuentes más limpias. Tenemos cerca de siete millones de vehículos y 11 millones de motos que circulan por el territorio nacional a quienes necesitamos seguir ayudando a abastecer.