Energía

Terpel se capitaliza por posible compra de ExxonMobil, pero espera decisión de la SIC

La República

La empresa informó que obtuvo un crédito con bancos locales por $1,72 billones.

Vanessa Pérez Díaz

Una de las principales movidas empresariales que se darán este año está en el negocio de derivados del petróleo y gas, pues Terpel está a la espera de que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) le autorice la compra de ciertas operaciones de downstream (combustible y lubricantes) de ExxonMobil en Colombia, Perú y Ecuador. Aunque se prevé que la resolución salga a finales de este mes, Terpel ya tiene aprobado un crédito por $1,72 billones para la posible adquisición.

De contar con la aprobación, el préstamo sería pagado en un plazo aproximado de 18 meses. Las vías que tendría la organización para asumir dicho compromiso serían tres: “eventual emisión de bonos y papeles comerciales en el mercado público, el precio que se recibiría a través de la eventual venta de la operación de combustibles de ExxonMobil de Colombia a un tercero de acuerdo con los requisitos que establezca la SIC; y de ser requerido y con el objetivo de retornar a niveles de apalancamiento consistentes con una calificación AAA por parte de las agencias de calificación de riesgo, una eventual emisión de capital”, informó Terpel.

En total, la compañía pagará $2,09 billones en el negocio con ExxonMobil (US$740 millones), una cifra que sería superior a la venta de la filial de Gas Natural Fenosa en Colombia, transacción que estaría entre $1,65 billones (si se pagan $75.900 por cada acción y hay 21,8 millones de títulos) y $1,8 billones (si se pagan $85.000 por acción, que es el último precio negociado).

El 23 de noviembre del año pasado, la SIC indicó en una resolución (la número 76541) que dijo que para que esta compra se haga efectiva Terpel deberá vender de forma inmediata (a un tercero) el negocio de combustibles de ExxonMobil Colombia, esto, para evitar “la concentración excesiva de capacidad instalada nacional en Terpel”.

Además, condicionó la compra del negocio de lubricantes a que Terpel venda su planta de producción en Bucaramanga y las marcas de lubricantes industriales Máxter y Máxter Progresa.

Esto, según dijo el superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo, en su momento, porque este negocio “involucra dos segmentos o mercados: combustibles y lubricantes. Y se tomó la decisión porque la SIC no permitiría que al darse la operación Terpel obtuviera casi 64% en la distribución de los combustibles líquidos, y abasteciera a 54% de las estaciones de servicio del país porque se daría una posición cercana a dominante en el mercado”.

Con este acuerdo entre Terpel y ExxonMobil el objetivo principal era “expandir las redes de distribución de lubricantes en los países del área andina, así como aprovechar las oportunidades de crecimiento que ofrecen los mercados de Colombia, Chile, Ecuador y Perú”, según el documento que se dio a conocer en 2016 cuando se informó del negocio.

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