“Trabajamos en lanzar whisky y cerveza artesanal para 2019”: Empresa Licorera de Cundinamarca
sábado, 29 de septiembre de 2018
La empresa de licores de Cundinamarca deja $180.000 millones al departamento.
Lina María Guevara Benavides
Pese a ser la destilería más antigua del país, la Empresa de Licores de Cundinamarca (ELC) hoy tiene la fábrica más moderna de la región. Con una inversión de $70.000 millones, la ELC trasladó su operación a Cota y está produciendo 18 millones de botellas de aguardiente. Jorge Enrique Machuca, gerente general de la ELC, habló sobre la proyección de la compañía, su incursión en los negocios de whisky y cerveza y el logro de convertir a Nectar en la marca más vendida en lo que va de 2018.
¿Por qué tomaron la decisión de trasladar la operación?
Producíamos en Bogotá y teníamos la destiladora aquí, pero los costos ambientales eran muy altos, así que pasamos a importar alcohol (de Ecuador). Con ello, inició una transformación porque la producción en Bogotá era más compleja y la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) se vencía en diciembre de 2016. Fue ahí cuando compramos los terrenos y construimos la fábrica. Además, la carga tributaria en los municipios es más ligera.
¿Cuánto invirtieron?
Fueron cerca de $70.000 millones con algunas inversiones adicionales en automatización de aguardientes que hicimos con Endress+Hauser. Eso nos permite tener un producto de calidad y una medición en las preparaciones, con lo cual se redujo en 15% las mermas. Hoy, la ELC tiene la planta más moderna del país y Latinoamérica.
¿Cuánto produce la ELC y cuál es la meta?
Hacia 2016 fueron 17 millones de unidades y en 2017 llegamos a 20 millones. Este año el mercado está contraído y vamos en 18 millones de botellas de 750 ml y en 35 millones de unidades de otras presentaciones.
¿Cuál es el tamaño de los mercados y qué cuota tienen?
En ron, la Industria Licorera de Caldas (ILC) es la líder (con siete millones de botellas de 750 ml), luego está la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), con cinco millones; y después estamos nosotros con entre 3% y 4% del mercado (600.000). La buena noticia es que Ron SantaFe Nido Cóndores 12 años, recibió el Prize of the Jury que otorga Monde Selection. En aguardiente, volvimos a ser la licorera con más ventas después de 25 años (con 8,75 millones de unidades). Luego está la FLA (siete millones) y la ILC (dos millones). Tenemos 22% del mercado nacional.
¿Vienen innovaciones para ganar más mercado de cara a la temporada de fin de año?
La ELC no solo innova para fin de año. Con Néctar somos patrocinadores de los equipos capitalinos, así que hace poco lanzamos edición especial para Millonarios, viene una para Santa Fe, hicimos otra por el Mundial de Rusia y vendrá una para Navidad. Pero en lo que realmente estamos trabajando es en la renovación de la imagen. Vienen cambios en la media botella y la botella de 750 ml. También tendremos la nueva presentación de Tetra Pak de 500 ml, que llamaremos La Justa. En rones, tendremos la nueva imagen de Ron SantaFe en la media y en la botella.
¿Cuánto crecerán con eso?
La idea es producir 250.000 unidades de La Justa, pero además, estos cambios generan crecimientos de entre 10% y 12%, que se verán en el primer semestre del próximo año.
¿Con los lanzamientos van a “salvar” las cuentas de la ELC?
La utilidad la hemos salvado con ajustes financieros. Implementamos un plan de retiro y somos la primera empresa pública que paga todo su pasivo pensional ($180.000 millones). Eso es lo que nos ha dado flexibilidad. El mercado se viene contrayendo a 12% porque venimos de una Reforma Tributaria, se nos aplicó un IVA de 5% en 2016 y se cambió la forma de liquidación del Impuesto al Consumo. Nuestros productos hoy tienen 42% de carga impositiva.
¿Cómo les fue en 2017 y cómo esperan cerrar este año?
Le empresa entrega al departamento $180.000 millones por Impuesto al Consumo. Cuando la recibimos, la utilidad fue de $16.000 millones; al año siguiente de $20.000 millones; el año pasado de $25.000 millones; y la proyección para este año es de $50.000 millones. La meta es llegar a $70.000 millones en 2019.
¿Los colombianos son los que más toman aguardiente?
Sí, y Antioquia tiene el per cápita más alto. Sin embargo, la tendencia en las ciudades es probar otros sabores. Hay categorías que vienen creciendo como el de vodka, ginebra y los “ready to drink”. Hay que innovar.
¿Qué categorías les atraen?
Estamos haciendo estudios. Lo que viene primero es potencializar el ron, luego entrar en whisky y cerveza artesanal. La idea es lanzarlos el próximo año, pero en whisky, por ejemplo, estamos buscando una marca sombrilla para fabricar como franquiciados. En términos de los “ready to drink” queremos desarrollar productos que tengan nuestra identidad.
¿Comprarán o se asociarán con una micro cervecera?
Los estamos evaluando. Hemos identificado más de 60 micro cerveceras. No puedo adelantar más detalles del negocio.
¿Qué tan competido está el mercado entre las empresas nacionales e importadoras?
Mucho. La Ley de licores permitió una apertura de fronteras y eso ha hecho que los importados crezcan. Creería que tienen entre 25% y 30% del total.
¿En qué mercados internacionales tienen presencia o cuáles les parecen atractivos?
Cuando llegamos no teníamos presencia en el exterior. Vamos a llegar a EE.UU. con 100.000 unidades. En Ecuador, exportamos 60.000 unidades de Nectar Azul y esperamos llegar a 80.000 este año. Abrimos Atlántico, donde llevamos 15.000 unidades; y Pasto, que vamos en 25.000 de ron. Además, cerramos acuerdo para estar en los aeropuertos de Bogotá, Panamá y Miami.
La medición del Dane en el precio de los licores ha generado pérdidas por casi $600.000 millones al año. ¿Cómo deberían funcionar los precios?
El precio Dane se establecía con el valor de las tiendas, pero en 2017 se hizo con el de fábrica. Eso disminuyó los ingresos. Por ejemplo, Cundinamarca dejó de recibir $50.000 millones. Se ha propuesto subir la base gravable.
¿Cuál sería el precio?
Estaría entre $29.000 y $31.000 para los aguardientes.
El Perfil
Jorge Enrique Machuca es abogado de la Universidad Católica y especialista en Ciudad y Territorio de la Universidad Externado. Actualmente, cursa una maestría en Gerencia de Innovación Empresarial en la misma universidad. Fue coordinador jurídico de la Notaría 38 de Bogotá; jefe de Control Interno de la Alcaldía de Funza y alcalde del mismo municipio. Desde 2016 es el gerente de la Empresa de Licores de Cundinamarca (ELC) y preside la Junta Directiva de Acil.