Levantar vivienda cerca de aeropuertos, polémica que revivió el proyecto de Amarilo
jueves, 13 de junio de 2024
El proyecto de Amarilo envuelto en controversia hace parte de un paquete de desarrollos con una inversión de $1 billón
Uno de los proyectos más relevantes que tiene Amarilo en carpeta es Lagos de Torca, que cuenta con una extensión de 1.800 hectáreas y una oferta de 130.000 viviendas.
La constructora fue objeto de una acción popular interpuesta por la Asociación de Pilotos y Propietarios de Aeronaves, Aopa, argumentando un potencial riesgo para los compradores y para la operación aérea desplegada en el Aeropuerto de Guaymaraldebido a una parte específica de la obra.
En medio de la polémica, expertos en urbanismo coincidieron en que la construcción cerca de aeropuertos es una actividad permitida, pero se deben cumplir las restricciones estipuladas en el Plan de Ordenamiento Territorial y en las guías emitidas por la Aeronáutica Civil.
Lagos de Torca, por ejemplo, es un proyecto ubicado en el norte de Bogotá y está dividido en Hacienda Otoño y Hacienda El Bosque. En este último segmento está la manzana El Roble; en donde, según Aopa, estaría el presunto riesgo para habitantes y aviadores.
El desarrollo de Lagos de Torca, tal como lo había explicado Roberto Moreno, presidente de Amarilo, se enmarca dentro los cinco que se ejecutarán en alianza con Banca de Inversión Bancolombia y Yelowstone; y abarcan una inversión $1 billón.
Natalia Arango, docente de Planeación urbana en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Sabana, indicó que en Colombia sí se permiten los desarrollos inmobiliarios cerca de los aeropuertos, pero deben cumplir con las restricciones establecidas para garantizar la seguridad de los vuelos y el bienestar de los residentes. Todas las normativas las genera la Aeronáutica Civil y, dentro de los decretos y leyes para uno elaborar un POT, se debe tener en cuenta toda esta documentación".
Agregó que "cuando revisamos la guía sobre el uso de suelos en áreas aledañas a aeropuertos, vemos que se plantea la prohibición del desarrollo en las zonas A y B de las terminales aéreas, que son aquellas cercanas a las pistas, debido a las afectaciones tan grandes que se pueden generar por el ruido".
Sin embargo, de acuerdo con su explicación, "si nos vamos a esa misma guía, vemos que cuando nos hablan de una zona C, que es un área más distante de la pista, el desarrollo de las zonas urbanas no tiene ninguna restricción ya que el ruido es más bajo y no hay una afectación tan grande".
La acción popular en contra de Amarilo expuso, entre otras cosas, que no está permitido construir vivienda si los niveles de ruido superan los 65 decibeles, aun cuando las viviendas tengan sofisticado sistema de insonorización.
Sobre este tema, la profesora Natalia Arango señaló que "en Bogotá, por medio del Decreto 582 de 2023, se reglamentan las disposiciones de eco-urbanismo y la construcción sostenible del POT, y se plantean medidas para mejorar las condiciones de habitabilidad de los proyectos que se desarrollan cerca del aeropuerto El Dorado".
"Todos los predios que estén cerca de la zona de influencia indirecta del aeropuerto, o sea la zona C, deben presentar estudios acústicos específicos, deben garantizar el control de los ruidos, garantizar el nivel del ruido en las habitaciones, y no se pueden superar unos valores de ruido".
Al pronunciarse sobre la situación, Amarilo sostuvo recientemente que "este Plan Parcial fue adoptado mediante Decreto 653 del 30 de octubre 2019, luego de haber agotado un proceso reglado y público que parte de un documento técnico de soporte que sustentó su viabilidad y adopción".
Luego del plan parcial, de acuerdo con la constructora, se realizaron los trámites para las licencias urbanísticas y anotó que "Hacienda El Bosque cuenta con todos los estudios técnicos y fundamentos jurídicos con base en los cuales se da cabal cumplimiento a los requisitos de ley para su desarrollo".
Juan Yunda, director de la Maestría en Planeación Urbana y Regional, mencionó que "en general, el uso residencial es incompatible en la cercanía de una infraestructura como un aeropuerto debido a sus externalidades negativas, como la seguridad aeroportuaria, el ruido y la congestión".
"No obstante, en el caso particular el proyecto de Amarilo esta inscrito en un Plan Zonal (Lagos de Torca) el cual debió haber establecido normas específicas de alturas y usos para el lote en cuestión de acuerdo con el concepto de Aerocivil", puntualizó.