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Tras un intento fallido, Juvenia recibió aval para entrar en reorganización

Melisa Echeverri

La compañía ofrece relojes, navajas, maletas y otros productos importados. Su modelo de negocio ha sido difícil de mantener debido a las fluctuaciones de la tasa de cambio y la disminución de la demanda de sus productos, según detalló un comunicado de la Supersociedades. Además, Juvenia aseguró que la venta de una sola marca de relojes ha perjudicado a su empresa.

Estos problemas se revelaron en su estado financiero, pues a 30 de noviembre de 2016, la empresa registraba obligaciones vencidas por $4.416 millones, lo que equivale a 48,3% del pasivo total, especificó el auto de la entidad. Esta cifra aumentó 2,9% en tres meses, pues hasta agosto del año pasado, las obligaciones significaban 45,9% del pasivo total.

El representante legal de la compañía, Hugo Hernán Muñoz, fue quien realizó la solicitud a la Supersociedades, tras conseguir la autorización de la asamblea de accionistas. Por lo tanto, el directivo será el encargado de asumir las funciones de promotor en este proceso.

La empresa tendrá que acogerse a una serie de condiciones que dicta la institución, como “abstenerse de hacer enajenaciones que no estén comprendidas en el giro ordinario de sus negocios, ni hacer pagos o arreglos sin la autorización del despacho”, detalló la entidad en su reporte.

Sobre esto, Emilio García,  abogado especializado en derecho de la empresa, señaló que “es fundamental que la compañía cumpla los acuerdos con sus acreedores y pague sus obligaciones de conformidad con una prelación legal. De ser así, la entidad puede salir del proceso y volver a operar normalmente”.

Los acreedores también deberán cooperar según las normas que rigen el proceso de insolvencia, y cumplir con los trámites procesales definidos por la ley. 

El superintendente, Francisco Reyes, aseguró que el régimen de insolvencia tiene la finalidad de proteger el crédito y la recuperación de la empresa, la cual es considerada fuente de empleo y unidad de explotación económica.

García señaló que hace unos años, la mayoría de empresas que solicitaban una reorganización pertenecían al sector petrolero, pero ahora son  industrias de diferentes posiciones de la cadena productiva. Por ejemplo, las importadoras han tenido problemas por la devaluación, y ahora, tras una estabilización de la divisa, están lidiando con el desafío de mantener la rentabilidad con un precio de dólar más bajo.

La Opinión

Emilio García
Abogado especialista en derecho de empresas

“Una situación financiera difícil y las condiciones del entorno macroeconómico pueden motivar la solicitud de reorganización”.