Energía

Una empresa centroamericana sería la más opcionada para quedarse con Bioenergy

La compañía que adquiera la empresa deberá renegociar y pagar las acreencia. Actualmente esta empresa se encuentra operando y genera unos 800 empleos directos

Johana Lorduy Reuters

Ayer se conoció que seis conglomerados nacionales y tres multilatinas estarían interesadas en adquirir Bioenergy, compañía que lidera la producción de etanol en el Meta.

De estos nueve posibles compradores, tres se encontrarían en proceso de evaluación financiera para concretar dicha compra. De acuerdo con el agente interventor, Rubén Darío Lizarralde Montoya, si bien no se pueden revelar los nombres de los posibles compradores, por encontrarse intervenida la empresa por parte Superintendencia de Sociedades, hay una compañía que se encuentra “muy adelantada en el proceso y que además estaría dispuesta a saldar las deudas”.

Sobre el negocio, Lizarralde agregó que la idea es que los grupos negocien con los bancos y acreedores y compren la deuda. “La idea es que exista solo un comprador”, apuntó.

LR habló con fuentes cercanas a la transacción y explicaron que una empresa de origen centroamericano, que cuenta con operaciones en el país, es la que estaría más cerca de cerrar el negocio.

Sobre la operación actual de la empresa el interventor destacó que los empresarios interesados se encontraron con la planta más moderna que existe para la producción de etanol de la región, que además sigue operando y generando cerca de 800 empleos directos y 1.600 empleos indirectos. “En total 2.600 familias están viviendo de Bioenergy”, resaló Lizarralde.

Por su parte, Jorge Bendeck Olivella, presidente de Fedebiocombustibles, destacó que el posible nuevo propietario deberá liberar de las cargas financieras a la compañía, para luego así aprovechar todos los elementos tecnológicos que tienen a su favor.

“El primer paso es liberar a la empresa de todas sus deudas, ya que Bioenergy es una de las compañía más modernas en la producción de etanol, es una joya”, agregó el dirigente gremial.

Si bien, los expertos señalan que hay una gran oportunidad con la adquisición de esta compañía, lo cierto es que aún hay varios retos, ya que desde que inició sus operaciones en 2017, tras una inversión total de US$750 millones, la destilería de etanol de caña de azúcar ha tenido que enfrentarse a varios desafíos, que van más allá de los retos tecnológicos propios de la industria.

El más reciente fue que luego de tres años en el mercado entró en proceso de liquidación judicial. La decisión fue resultado de su situación de iliquidez a causa de la disminución de sus ingresos.

Además, el sector en general se ha visto afectado, en parte, por la importación de etanol y por el impacto global con la llegada de la pandemia, lo que la obligó a pedir el proceso ante la Supersociedades.

Para tener claro el panorama de los últimos años, la compañía ha venido presentando pérdidas. Al evaluar sus ingresos operaciones entre 2018 y 2019, presentó una variación negativa de -31,85% llegando hasta los $36.638 millones; y, en cuanto a sus utilidades netas, la empresa presentó una variación negativa de 12,31% entre 2018 y 2019, reportando pérdidas por -270.376 millones.

Cabe resaltar que desde el principio varios especialistas dijeron que Bioenergy estaría condenada al fracaso. Incluso, la Contraloría General emitió un informe en 2017 en el que estableció que el proyecto no era rentable y además era “ineficiente e ineficaz”.

El comentario respondería a que no se llevó a cabo en el tiempo planeado inicialmente y presentó sobrecostos por US$428 millones, ya que se habían destinado US$350 millones y el costo final fue de US$778 millones.
Esto, sumando a la mala jugada que la importación de etanol desde Estados Unidos le representó a la compañía. Líos con los que tendrán que lidiar los nuevos dueños.

Frente a los resultados obtenidos durante 2020, año de crisis, Lizarralde agregó que todavía no se tiene un consolidado oficial por parte de la empresa. No obstante, las proyecciones de la compañía apuntan a superar la cosecha este 2021, con lo que lograrían generar cerca de 62 litros de alcohol carburante.

Adicionalmente, según reportes de la compañía de seguir con las metas trazadas y las operaciones y eficiencias que se han obtenido en los últimos meses, en tres años se llegaría a producir el doble los ingresos sin la necesidad de que se hagan nuevas inversiones en tierra o infraestructura.

Los directivos de Bioenergy que terminaron con problemas judiciales

Este año, la Contraloría imputó responsabilidad fiscal por $31.261 millones a ocho directivos de Bioenergy por la pérdida de recursos de la compañía, pues se habría celebrado un contrato para el suministro de 300.000 toneladas de caña de azúcar al año con la empresa Riopaila Castilla por 22 años, tras poner en marcha la planta industrial para la producción de etanol “El Alcaraván”, sin embargo, retrasos en el inicio de operaciones de la planta afectaron el proyecto comprometiendo recursos públicos entregados al proveedor.

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