Empresas

Zonas francas recibieron a 182 empresas en 2016

Melisa Echeverri

En diciembre, Despegar hizo una escisión entre dos empresas.  A raíz de esta medida, los servicios de venta online y call center pasaron a la Zona Franca de Bogotá. 

Luego de un mes de haber optado por esta opción, Felipe Botero, country manager de Despegar, aseguró que “es una muy buena alternativa para compañías online que se encuentran en etapa de crecimiento pues permite consolidar la tecnología, los call center y las operaciones de las áreas administrativas, así como reinvertir en el crecimiento del negocio”.

A la Zona Franca de Pereira llegó Arturo Calle a mediados de 2016. La empresa instaló un centro de distribución, que cuenta con un área de 6.000 metros cuadrados y tuvo una inversión superior a $15.000 millones. Este complejo, en el que se pueden almacenar y movilizar hasta 800.000 unidades de prendas, permite un mejor manejo de las operaciones nacionales e internacionales. 

Por su parte, la empresa de confecciones, Maaji, se asentó en la Zona Franca de Rionegro. Según el gerente, Miguel Piedrahita, esta empresa comercializa sus productos a 52 países y añadirá cuatro tiendas en la región, por lo que “dada la naturaleza del negocio enfocada en las exportaciones, las zonas francas encajan en la plataforma por su ubicación y régimen legal”. 

La zona paisa también recibió a Col Quartz, pues en la Zona Franca de Quindío se inauguró la primera fábrica de láminas de cuarzo para la construcción, la segunda de la región. 

SABMiller también estrenó una fábrica exportadora de etiquetas en la Zona Franca del Pacífico. La corporación invirtió US$10 millones en estas instalaciones, que producirán 26.000 millones de etiquetas anuales para seis mercados.