Las crisis siempre traen buenas herencias
martes, 24 de marzo de 2020
La solidaridad y la cooperación entre los sectores público y privado son la llave para salir adelante de esta mala hora
LR
La primera gran idea de este centenar de buenas ideas y buenas noticias es enfrentar unidos la crítica situación por la que atraviesa el país; con berraquera, cargados de optimismo y descubriendo que cada crisis siempre viene aunada a una gran herencia. No podemos cambiar la historia ni jugar a ser filósofos o expertos del pasado; debemos dejar las críticas corrosivas que nunca llevan a ningún lugar y darle paso a la solidaridad, a la cooperación y a todas esas cargas de humanidad que afloran en estos momentos.
Si miramos detenidamente cada una de las 101 notas que a continuación se describen veremos un país de gran empuje que siempre ha estado allí construyendo futuro, pero que los conflictos diarios, el agite laboral y el acontecer de los negocios no han permitido que brille con más fuerza. Son las mismas empresas y personas de siempre las que han ido bordando una telaraña de apoyo para los más necesitados, vemos cómo el Gobierno Nacional ha tendido los mecanismos de financiación en mejores condiciones para las empresas, afloja su dura normatividad para que a los colombianos más necesitados se les pueda reconectar el agua o devolverles el IVA; unas piezas de la emergencia económica.
Los bancos fueron los primeros en poner a disposición de los cuentahabientes más afectados la posibilidad de rehacer sus compromisos, darles la posibilidad de aplazar obligaciones y ponerle la cara más amable a la crítica situación financiera que se deriva de este tipo de coyunturas donde muchos pierden el trabajo o sus clientes. Y al lado del Gobierno Nacional y el sector financiero se han acomodado miles de empresas que le han apostado a proyectos muy innovadores de responsabilidad social que va más allá de regalar, sino que empieza a materializarse el llamado valor compartido en donde empresarios, trabajadores y comunidades construyen en medio de tanta mala noticia junta, situación que nunca había ocurrido.
No es menor el factor social en donde el núcleo familiar se ha erigido como epicentro de las nuevas sociedades. El teletrabajo y el telestudio son dos grandes herencias del postcoronavirus, tendencias que ya estaban sobre la mesa pero que la cadencia del día a día no les había permitido florecer e irrumpir con fuerza en la sociedad. Las empresas, los colegios y las universidades están haciendo posible que haya una nueva Colombia más eficiente, competitiva, productiva e hiperconectada que pueda enfrentar los retos de la Cuarta Revolución Industrial. Nos faltan una docena de entregas para poder abarcar millones de ideas que tienen los colombianos para salir de esta mala hora, lo importante es que hay que empezar a ejecutarlas entre todos, dejando por un momento -ojalá muy largo- ese clima de confrontación que tanto daño le ha hecho a la generación de valor y al avance del bienestar.