Las familias estudian y trabajan en el hogar durante aislamiento por Covid-19
martes, 24 de marzo de 2020
Muchas de las empresas y entidades educativas implementaron modelos de teletrabajo y aprendizaje virtual
Laura Neira Marciales
El Covid-19 ha tenido un gran impacto en la economía mundial, pues ha detenida las operaciones de muchas compañías. Sin embargo, ha sido una oportunidad para que las mismas compañías y entidades de educación vean la importancia de la digitalización de sus procesos y comiencen a enfocarse en cómo desarrollarla y utilizarla en su día a día.
Esto ha llevado a que también se recuperar el concepto de familia, pues el estar todos en la casa al mismo tiempo ha traído diversos retos como generar una rutina productiva para los niños, sin que esto afecte las actividades de los padres.
Un buen ejemplo de esto es la familia de los Bayer Rodríguez, que con sus 12 hijos, entre los que se encuentran Sara, Elisa, Juan José, Paula, Enrique, Lucía, Silvia y Gregorio, trabaja y aprende desde su casa durante estos días gracias a la tecnología.
Enrique Bayer, su padre y quien además es presidente de la Asociación de Amigos de la Universidad de la Sabana, resaltó que “esta es una buena oportunidad para ver los beneficios del trabajo y el estudio virtual, pero también para compartir como familia. Son espacios que nos ayudan a trabajar en la convivencia así como aprender a respetar los espacios del otro,”.
Herramientas clásicas como Skype, Facetime o WhatsApp, han sido la base para desarrollar el trabajo colaborativo que ahora se puede hacer con herramientas más profesionales como Teams, Zoho Remotely, Zoom, Google Drive, entre muchas más. Estas han llevado a que cada vez sean más las ofertas de cursos y carreras virtuales, pues según el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), se ofrecen más de 500 programas académicos virtuales en Colombia.
Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario, aseguró que “este es un desafío pedagógico. Las universidades en Colombia hemos tenido experiencias previas de virtualización, pero es la primera vez que son impulsadas a ofrecer la totalidad de los programas de pregrado y de posgrado por acceso remoto”, y resaltó que los resultados han sido positivos.
Además, afirmó que“ la educación superior en Colombia nunca volverá a ser igual. La tecnología se puede adquirir con facilidad, el uso y la apropiación se puede también desarrollar”, pero advirtió que el reto está en hacer un cambio en el modelo pedagógico de las instituciones educativas para que se adapten a una modalidad virtual.
A raíz de esto, se han generado diversas iniciativas de entidades de educación como el Colegio Los Nogales, donde pusieron a disposición todo el material de aprendizaje virtual en su página para que cualquier persona lo pueda usar en su casa durante esta coyuntura.
Camilo Camargo, rector del colegio, definió esta modalidad de trabajo como un generador de autonomía en el aprendizaje de los estudiantes. Un aspecto positivo, “pues ahora hay muchos recursos en línea que les pueden ayudar a enriquecer su conocimiento y a los que pueden acceder por sus propios medios”, afirmó.
Ejemplos de ello son los cursos gratuitos y pagos que ofrecen plataformas como Coursera o Platzi, cuyo cofundador y presidente ejecutivo, John Freddy Vega, dice que las universidades se dirigen a unas pocas personas que tienen los recursos y que el futuro de la educación está en las habilidades que se adquiera rápidamente: “todos tenemos la capacidad de aprender cualquier cosa, es solo cuestión de tener dedicación y darle el tiempo necesario, esto puede hacer que las personas mejoren sus ingresos económicos en casi un año, si son dedicados”.
María Paula Carillo, coordinadora de Kumon, dijo que “este es el mejor momento para la educación virtual porque que la gente se ve retada a buscar opciones para que el proceso de educación de los niños no se vea interrumpido y que se desarrolle una autonomía. Pero lo más importante es establecer rutinas para los hijos y los papás, para que no se vea afectada la productividad de ninguno y haya un acompañamiento en el proceso”.
Otro de los retos para las entidades de educación, es que "aunque los desarrollos en educación virtual estaban avanzados, cada universidad tiene una gran diversidad de profesores y estudiantes que no necesariamente han interactuado en entornos digitales, por lo que deben nivelarlos a todos y enseñarles el potencial que tienen las herramientas digitales en la educación", explicó Pablo Sanabria, profesor de la universidad de los Andes.
En cuanto a la productividad, Bayer resaltó que “estos mecanismos son positivos porque demuestran que hay diversos medios para trabajar y relacionarnos sin que haya contacto directo, evitando traslados que en una ciudad como Bogotá hacen que se pierda mucho tiempo”.
Todo esto resulta en grandes retos de convivencia, pues en el día a día las personas están la mayor parte del tiempo por fuera de sus hogares y es poco lo que comparten con quienes vives, pues “hay personas que viven juntas, pero como cada uno vive en su afán, en su carrera y en su mundo, no se conocen realmente”, agregó Bayer.
El directivo también hizo énfasis en que convivir genera que las personas saquen “lo mejor de cada una en cuanto a generosidad, tranquilidad y paciencia, para que el ambiente siga siendo sano”.
Bayer señaló que en el momento en que tiene reuniones, se ve en su familia una colaboración, “quienes no estén estudiando o trabajando se desconectan para que la red me funcione de manera adecuada y no haya muchos dispositivos conectados al tiempo”.
Esto va de la mano con las recomendaciones de Samuel Hoyos, presidente de Asomóvil, de hacer un uso responsable de la red, pues la capacidad no es la misma en toda la ciudad. Por ello, la prioridad es para los fines laborales y educativos.