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“Antes de aumentar la masa monetaria, es clave enfocarse en el ahorro e inversión”

Guillermo González

Mario Pardo, presidente de la Junta Directiva de Asobancaria y de Bbva Colombia, señaló que altas tasas fiscales y el crecimiento del gasto público inciden en una baja demanda de la inversión

Valentina Sánchez Forero

En el contexto del desarrollo de la versión 58 de la Convención Bancaria de Asobancaria, Mario Pardo, presidente de la Junta Directiva de Asobancaria y de Bbva Colombia, destacó la importancia de transformar la economía hacia un modelo más ahorrador e inversor, con un enfoque en actividades exportadoras, antes de considerar un aumento significativo de la masa monetaria. Además, subrayó la necesidad de incrementar la proporción de inversión pública en el presupuesto en comparación con el gasto corriente, con el fin de hacer más atractiva la inversión.

Según Pardo, el desarrollo social solo se alcanza a través de un crecimiento económico robusto, dado que éste constituye el principal motor del progreso social. En el contexto de un país como Colombia, esto significa que la erradicación de la pobreza únicamente será posible mediante la aceleración del crecimiento económico. En este proceso, la inversión, especialmente la inversión privada, emerge como el factor de mayor impacto para el desarrollo económico.

Guillermo González

“Si bien no es condición suficiente, la inversión, sí es la condición más necesaria para el desarrollo económico y social de un país. No hay nada que individualmente tenga mayor impacto en el desarrollo social de un país como Colombia que la inversión privada”, indicó.

Los bajos niveles de inversión en Colombia, de acuerdo con el dirigente gremial, pueden atribuirse a diversos factores, siendo el más significativo el insuficiente nivel de ahorro en el país. Colombia presenta una tasa de ahorro inferior a la de cualquier otra región del mundo, aproximadamente la mitad de la tasa observada en Latinoamérica y solo una cuarta parte de la registrada en Asia. Esta alarmante situación se origina en los bajos niveles de ahorro tanto de las familias y las empresas como del sector público.

“En el caso de Colombia, el bajo ahorro va de la mano de un alto nivel de consumo, que como porcentaje de la economía nacional es más alto que en cualquier región del mundo. El alto apetito por el consumo también se puede ver en el peso de la cartera del consumo del sector financiero, que es de las más altas de Latinoamérica y del hemisferio occidental”, señaló.

En el país, según señaló Pardo, gran parte del ahorro se mantiene en efectivo en lugar de ser invertido, lo que representa 14% de la masa monetaria, más de $100 billones. El uso generalizado del efectivo, que representa 78% de las transacciones, conlleva problemas como corrupción, financiamiento ilícito y baja recaudación de impuestos. Además, dificulta la obtención de información transaccional precisa, limitando la inclusión financiera.

Otro factor que contribuye a los bajos niveles de inversión es la fuga de ahorros del país, lo que resulta en una falta de financiamiento para la inversión. Este fenómeno se observa en el ahorro tanto de individuos como de empresas, así como en el ahorro gestionado por instituciones públicas y privadas.

En agregado, los colombianos, personas, empresas e instituciones, al cierre de 2023, tenían US$256.000 millones en activos en el exterior, equivalente a 72% del PIB, o a 40% del stock de inversión en Colombia, o a 160% de los depósitos del sistema financiero. Si ese ahorro en vez de salir del país se invirtiera en mayor medida en Colombia, tendríamos muchos más depósitos, mucha más inversión, mucho más PIB y mayor desarrollo social”, resaltó.

¿Por qué sale tanto dinero de Colombia?

De acuerdo con Pardo, factores como la fiscalidad del ahorro en Colombia y la imposibilidad de tener cuentas en dólares pueden influir en la transferencia de ahorros a cuentas en el extranjero. Además, la regulación podría favorecer la estabilidad de las inversiones institucionales en el exterior en lugar de promover el crecimiento mediante inversiones locales más significativas.

Aunque una medida para incrementar la inversión, según el líder, podría ser aumentar la masa monetaria de Colombia, es importante primero transformar la economía hacia un modelo más ahorrador e inversor, con un enfoque en actividades exportadoras, antes de considerar un aumento significativo de la masa monetaria. “Antes de aumentar la masa monetaria, es clave enfocarse en el ahorro y la inversión”, destacó.

Pardo señaló tres factores que podrían incidir en la baja demanda de inversión empresarial: altas tasas fiscales corporativas, tasas de interés elevadas y un crecimiento desmedido del gasto público. Además, el incremento del riesgo de impago del país, manifestado en el aumento de los costos de los seguros de impago, ha generado incertidumbre entre los inversionistas. La inestabilidad política y social también impacta en la confianza de los inversionistas, lo que se refleja en un enfoque en proyectos a corto plazo y mayores requerimientos de rentabilidad para inversiones a largo plazo. Factores adicionales como la corrupción y la inseguridad también juegan un papel significativo en las decisiones de inversión.

¿Qué hacer para aumentar la inversión?

Para fomentar la inversión, Pardo sugiere implementar medidas para aumentar el ahorro, como incentivar fiscalmente el ahorro y desincentivar el consumo. Además, propone reducir el uso del efectivo mediante la implementación del sistema de pagos inmediatos de bajo valor del Banco de la República, la obligatoriedad de pagos electrónicos para transacciones de alto valor y trámites con el sector público, y la eliminación del recaudo anticipado de impuestos asociados a pagos electrónicos.

Guillermo González

Para atraer más ahorro extranjero y reducir la exportación de ahorro colombiano, el líder gremial plantea permitir cuentas en dólares y otras divisas en el país, incentivar regulatoriamente la inversión del ahorro institucional público y privado en Colombia en lugar del exterior, y permitir la compra de CDTs a extranjeros en el mercado primario.

Para mejorar la capacidad de financiamiento de la inversión por parte del sector privado, sugiere implementar medidas como incentivar regulatoriamente la cartera comercial en lugar de la de consumo. Además de garantizar que el ahorro pensional y asegurador se destine en mayor medida a inversiones a largo plazo en el sector privado en lugar de a corto o mediano plazo.

En cuanto al atractivo de la inversión, sugiere fortalecer la disciplina fiscal pública para reducir el riesgo país y las tasas de interés. Además, recomienda incrementar la proporción de inversión pública en el presupuesto en detrimento del gasto público y adoptar políticas que respalden a los sectores exportadores. La reducción de la carga impositiva sobre el sector productivo en contraposición a los impuestos al consumo se considera esencial.

Pardo también enfatiza la necesidad de promover una cultura colaborativa y propositiva entre el sector público y privado, así como entre los sectores real y financiero, para alcanzar objetivos comunes y aprovechar los logros previos.

Una vez se consiga una economía más volcada al ahorro y la inversión en sectores exportadores, sería también posible evaluar la conveniencia de expandir materialmente la base monetaria. (...) solo con mucha mayor inversión tendremos el desarrollo económico y social que deseamos, y que los colombianos y las colombianas necesitan urgentemente”, concluyó.

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