Más de 21 millones de colombianos acceden a protección social a través de las cajas

El sistema de cajas de compensación familiar es uno de los pilares más importantes del bienestar social en el país, que beneficia a más de 21 millones de personas. A través de este modelo, los trabajadores y sus familias acceden a una serie de prestaciones que van desde subsidios monetarios hasta programas de salud, vivienda, recreación y educación. Sin embargo, el impacto de estas instituciones va mucho más allá de las cifras. Estas cajas son un actor de la protección social y en un mecanismo para la redistribución de recursos en un país donde 76% de los cotizantes gana menos de dos salarios mínimos legales mensuales.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar, Asocajas, actualmente el sistema cuenta con 10,7 millones de trabajadores afiliados, quienes aportan, junto a más de 800.000 unidades productivas, para que sus familias también se beneficien de este modelo. Esto significa que 10,3 millones de familiares, en su mayoría mujeres y niños, acceden a los servicios ofrecidos por las 42 cajas de compensación que operan en el país.

“El sistema ha sido diseñado para aliviar las cargas económicas de las familias de los trabajadores, especialmente de aquellos con ingresos más bajos”, señaló Asocajas. De hecho, 89,9% de los afiliados gana menos de cuatro salarios mínimos, lo que convierte a las cajas en una fuente de apoyo económico para estos hogares.

El sistema de compensación familiar se basa en los aportes obligatorios que hacen las empresas, equivalente a 4% de la nómina. Sin embargo, no todas las firmas asumen este porcentaje en su totalidad, ya que pueden deducir hasta 35% de dichos aportes a través de depuración del impuesto de renta, lo que reduce el aporte efectivo a 2,6%.

De los 10,7 millones de trabajadores registrados, 5,9 millones son hombres y 4,7 millones son mujeres. En cuanto a los familiares beneficiados, las mujeres constituyen la mayoría con 5,7 millones, mientras que 4,6 millones son hombres. Además, 789.000 trabajadores afiliados y 1,3 millones de familiares son adultos mayores, un grupo que también recibe una atención especial por parte de las cajas.

“El sistema está diseñado para atender prioritariamente a las categorías A y B, que incluyen a quienes devengan hasta dos salarios mínimos. Estas son las personas que más necesitan los beneficios que ofrecemos”, explicó Luis Fernando Acosta Sanz, director de Comfamiliar Risaralda.

Liderazgo de las cajas

Entre las 42 cajas de compensación que operan, Colsubsidio, Compensar y Comfama se destacan como las que más afiliados concentran. Colsubsidio lidera con más 1,54 millones, lo que representa 14,45% del total, seguida de Compensar con 1,5 millones (14,10%) y Comfama con 1,4 millones (13,29%). Estas tres cajas en conjunto agrupan 41,84% de los trabajadores afiliados a nivel nacional.

Entre las cajas regionales, Comfenalco Antioquia cuenta con 445.294 afiliados, mientras que Comfenalco Valle tiene 318.405 y Comfamiliar del Atlántico 270.309. Otras como Comfenalco Cartagena y Comfenalco Santander suman 268.896 y 248.105 afiliados, respectivamente.

El sistema de compensación depende de las grandes empresas, que a pesar de ser solo 0,7% del total, aportan 58% de los recursos financieros, lo que se traduce en $608.000 millones anuales. Las medianas empresas, que constituyen 2,1%, contribuyen con 16% de la financiación ($169.000 millones). Las pequeñas empresas, que representan 97,3%, aportan 26%, o $271.000 millones.

Esta distribución de aportes refleja una dependencia de las grandes compañías, que aunque son minoría, son responsables de financiar más de la mitad del sistema. “Las cajas deben enfocarse en su valor fundamental, que es el subsidio familiar. En Comfenalco Antioquia, hemos trabajado de la mano con la administración pública para encontrar nuevas fuentes de recursos que nos permitan redistribuir más riqueza entre nuestros afiliados”, indicó Juan Esteban Gallego, director de esa entidad.

Uno de los retos que enfrenta el sector es el de garantizar que los recursos sean suficientes para cubrir las necesidades de los afiliados. “Estamos trabajando en articularnos con más actores, tanto del sector público como del privado, para encontrar nuevas fuentes de financiación que nos permitan seguir expandiendo los servicios”, comentó Gallego.

Cesar Trujillo, director de Comfaca, señaló que la prioridad es mejorar la empleabilidad, promover empleo de calidad en las regiones y fortalecer los sectores económicos mediante la innovación. “Se espera mantener los ingresos actuales para cumplir con los compromisos presupuestarios y ejecutar lo planeado”, dijo.

La expansión y modernización del sistema de servicios sociales

El crecimiento del sistema no solo se mide en términos financieros, sino también en la expansión de su cobertura y la innovación en la prestación de servicios. Comfamiliar Risaralda inauguró recientemente su sede móvil, un modelo que ha permitido llevar los servicios de la caja a municipios apartados e incluso a resguardos indígenas. “Decidimos que era más rápido y eficiente crecer con sedes móviles, lo que nos ha permitido ampliar nuestra cobertura de manera dinámica y llegar a las zonas más necesitadas”, afirmó Acosta.