El concurso ambiental que ideó Punto Azul para cuidar los ecosistemas de San Andrés

Para la adecuada gestión de los residuos peligrosos del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, la entidad que integra 97% de los laboratorios de Colombia, Punto Azul, inició la búsqueda del primer gestor ambiental que manejara estos residuos en el territorio nacional.

El director ejecutivo de Punto Azul, Jorge Enrique Trujillo, indicó que el designado fue Ecoisla, un emprendimiento ambiental “conformado por jóvenes, comprometidos con el desarrollo sostenible de la isla”.

¿En qué consiste la iniciativa que adelantan en San Andrés?

Esta es una iniciativa en la que hemos venido trabajando hace más de 10 años. El objetivo es lograr una correcta evacuación de los residuos peligrosos que hay en la isla, específicamente de medicamentos. Hace ya muchos años identificamos que la principal problemática es que en el Archipiélago de San Andrés no existía un gestor de estos residuos, por lo que decidimos generar una iniciativa para buscarle solución a esa necesidad. Desde hace varios años, hemos venido haciendo la gestión de estos, pero definitivamente no al nivel que queríamos.

¿Qué se ha venido haciendo?

Identificado el problema, generamos un plan de acción de la mano con todos los laboratorios para financiar un concurso que desarrollara un emprendimiento que se volviera el primer gestor de residuos peligrosos, el cual lanzamos a través de la Cámara de Comercio del Archipiélago, aliados con la Secretaría de Salud de la Gobernación, y el ganador fue Ecoisla S.A.

¿Qué importancia tiene este proceso realizado?

Es un orgullo ser el primer país en América Latina que apoya a emprendedores ambientales para trabajar con su comunidad, enfocados en disminuir el impacto ambiental. Y nos enorgullece aún más que sea en San Andrés, un santuario ecológico que atraviesa un riesgo inminente.

Por eso, Punto Azul ha trabajado desde hace ocho años de la mano de autoridades locales, de sus afiliados y de la comunidad para desarrollar planes estratégicos de sostenibilidad, que hasta hoy no existían puesto que el archipiélago no contaba con gestores autorizados.

¿Cuál es el objetivo para este año?

En el próximo año tenemos contemplado como meta la gestión de por lo menos 8.000 toneladas de residuos. Cuando no son peligrosos se reciclan y cuando sí lo son se hace una incineración controlada. Queremos que haya un impacto anual equivalente a la siembra de 12.000 árboles maduros.