Cifras del 2023

La paradoja del consumo

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Diego Camacho

En medio de un año inusualmente desafiante para la economía global, caracterizado por la persistencia de choques de inflación, condiciones financieras mucho más ajustadas y una elevada incertidumbre política regional, la economía colombiana reportaría al cierre de 2022 un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 7,8%, cifra que muy posiblemente será el registro más alto en todo el mundo. Lo anterior se explica no solo por una extraordinaria coyuntura para los términos de intercambio de nuestro país, sino por el dinamismo del consumo de los hogares.

Con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) al tercer trimestre de 2022, el consumo de los hogares creció en términos reales un 11,6% frente al mismo periodo en 2021 y 19% respecto al primer trimestre de 2020.

Más aún, la expansión anual se destacó por superar el crecimiento del PIB total de 9,4% en el mismo periodo. Por su parte, a octubre del año pasado, las ventas minoristas presentaron una variación anual del 12,6% y, en comparación con febrero de 2020, se observó un crecimiento real de 49,5%.
Con información publicada por la firma Raddar, se estima que 2022, en términos de volumen, el consumo estuvo liderado por: i) comidas fuera del hogar (16,3%); ii) entretenimiento (14,2%) y iii) electrodomésticos (10,9%).

El dinamismo del consumo privado reflejó tanto una mejora en los ingresos nominales, como un crecimiento del endeudamiento de los hogares. Respecto al desempeño del ingreso disponible en términos nominales, en el primer caso se debe destacar el desempeño del mercado laboral.

Después de 33 meses, en octubre de 2022 la tasa de desempleo volvió a ubicarse en niveles de un dígito (9,7%) y el número de empleados superó los 22,6 millones de personas, de forma que no sólo se recuperó el nivel observado en febrero de 2020 (21 millones), antes de la pandemia, sino que se ha podido absorber el aumento en la fuerza laboral.

Adicionalmente, las remesas familiares han sido una fuente importante de soporte para el consumo. En los últimos 12 meses esta variable supera los US$9.415 millones. Respecto al crédito, la información que publica el Banco de la República indica que a octubre del año pasado la cartera de consumo presentó una variación anual de 21%, llegando a los $210 billones.

Paradójicamente, el dinamismo en las variables relacionadas con el ingreso de los hogares y la expansión del crédito anticipa que en 2023 el consumo privado experimentará una importante moderación. En términos generales, este año la economía colombiana enfrentará menores términos de intercambio y experimentará con mayor intensidad el endurecimiento de las condiciones financieras en el exterior y en el país, así como el impacto de la inflación en el ingreso real de los consumidores, además del aumento de los impuestos y el menor crecimiento de los socios comerciales.

Si bien es cierto que el eje central de la política económica del actual Gobierno es la promoción del consumo, la probabilidad de una desaceleración del consumo de los hogares es muy alta, tal y como sugiere la evolución reciente del Índice de Confianza del Consumidor de Fedesarrollo, el cual sigue reportando un balance negativo (-24,8% en noviembre de 2022) ante el deterioro de las expectativas económicas en los próximos 12 meses.

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