"Cuidemos la democracia que es hoy nuestro más valioso e importante activo"

Durante el cierre del Congreso Empresarial de la Andi, el banquero y empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo hizo un balance del progreso de Colombia en las últimas siete décadas, repasó los hitos de su trayectoria empresarial y advirtió sobre el riesgo que representa el resurgimiento de la violencia para el desarrollo económico y social del país.

En un discurso, Sarmiento recordó que en las últimas décadas Colombia ha experimentado avances en múltiples frentes. “Hace 70 años el país tenía cerca de 12 millones de habitantes, hoy son aproximadamente 53 millones. La esperanza de vida pasó de 58 a 77 años, el analfabetismo bajó de 49% a menos de 5% y el ingreso per cápita en dólares se ha más que triplicado”, destacó.

Sin embargo, el empresario subrayó que estos logros se han visto opacados. “Claro que hemos progresado, pero estos avances serían mucho más significativos, si no fuera por la pesadilla de la violencia política que nos ha tocado padecer en estas siete décadas… Esa ha sido y sigue siendo la principal tragedia nacional”.

Sarmiento señaló a las guerrillas, los grupos armados ilegales y el narcotráfico como los mayores responsables del atraso y la pobreza en Colombia. “Cuánto daño nos han causado y nos siguen causando estos grupos terroristas que solo nos han dejado pobreza, muerte y subdesarrollo”, afirmó y advirtió que el recrudecimiento de la violencia amenaza con frenar el crecimiento. “Debemos apoyar con firmeza a nuestras fuerzas armadas y policía, así como lo hemos hecho siempre”, instó.

Un repaso por siete décadas de carrera empresarial

El presidente del Grupo Aval hizo un recorrido por su historia empresarial, iniciada en la década de 1960 con la construcción de viviendas. “En estos años hemos construido más de 45.000 unidades”, recordó.

En los años 70, dio el salto al sector financiero con la compra del Banco de Occidente y la creación de la Corporación de Ahorro y Vivienda Las Villas. Allí, introdujo cambios en los plazos de financiación de vivienda, que pasaron de 5 a 15 años, lo que facilitó el acceso a la propiedad para miles de familias.

La década de 1980, que calificó como “la más turbulenta y convulsionada” de su carrera, estuvo marcada por el auge del narcotráfico, el asesinato de líderes políticos como Rodrigo Lara Bonilla y Luis Carlos Galán, el asalto al Palacio de Justicia y tragedias naturales. Pese a ello, en 1987 adquirió el Banco de Bogotá, consolidando su posición en el sector.

Los años 90 trajeron la apertura económica, el nacimiento de los fondos privados de pensiones y la incursión del grupo en telecomunicaciones. Durante esa época, el Banco de Bogotá adquirió el Banco del Comercio y el Banco Popular, y se inició la participación en grandes obras de infraestructura. En 1997 creó el Grupo Aval y un año después democratizó su capital en la Bolsa de Valores de Colombia.

En el siglo XXI, Sarmiento destacó la ofensiva del presidente Álvaro Uribe contra los grupos insurgentes como un punto de inflexión para la seguridad y la economía. Bajo su liderazgo empresarial, el grupo culminó fusiones estratégicas, adquirió BAC Credomatic en Centroamérica y llegó a emitir acciones en la Bolsa de Nueva York en 2014.

Sarmiento atribuyó su éxito a tres factores: conocimiento, esfuerzo y oportunidades. “En mi caso he tenido la oportunidad de nacer en este país, en el hogar ideal y de acceder a una magnífica educación… pero el factor definitivo ha sido el esfuerzo: el trabajo constante sin interrupciones de todos estos años, dispuesto a correr riesgos calculados y listo a resolver crisis en cualquier momento”, señaló.

Afirmó que jamás consideró abandonar Colombia, incluso en los momentos más críticos. “Sí, tenemos problemas, pero la mayoría de los colombianos somos buenos y trabajadores. Contamos con unas instituciones fuertes e independientes. Siempre hemos sabido sobreponernos a las adversidades y a las más diversas amenazas que han pretendido poner en jaque nuestro Estado de derecho”, expresó.

Finalmente, lanzó un llamado a la protección de la institucionalidad. “Cuidemos la democracia, nuestro más valioso e importante activo… Vamos a seguir creciendo, invirtiendo y trabajando por este maravilloso país. Los resultados y el impacto en millones de colombianos muestran que bien vale la pena seguir”.