Construcción

Los puentes de Hisgaura y Roncador retan la ingeniería colombiana

Seguimiento de obra del Puente Hisgaura en San Andrés/Fondo Adaptación

Los avances de obras en ambos megapuentes en Santander y Bolívar superan 50% de su construcción.

Andrés Octavio Cardona

La modernización de la infraestructura nacional que promete impulsar la competitividad de Colombia con el desarrollo de las vías 4G y la interconexión de las diferentes regiones con megapuentes que avanzan como el Pumarejo, que conectará a Barranquilla y Santa Marta; el viaducto Gran Manglar que será el más largo del país y es construido sobre la ciénaga de La Virgen en Bolívar; el Hisgaura en Santander, que será el puente atirantado más alto de Suramérica y el Roncador de 2,3 km, parte de la interconexión Yatí-Bodega también en Bolívar, que será el más largo de Colombia y el quinto de Latinoamérica, son parte de esos proyectos que se levantan en la actualidad como referentes de la ingeniería colombiana.

Los dos últimos que son adelantados por el Fondo Adaptación, con un avance en obras de 50% y 76% respectivamente, se unen a diversos proyectos que adelanta esta entidad en el país, “con un componente fundamental, adaptados al cambio climático”, indicó Iván Mustáfa, gerente de esta entidad.

Con una inversión de $96.700 millones, el puente Hisgaura, ubicado en el municipio de San Andrés en Santander, representa retos para la infraestructura local, ya que contará con una subestación propia que le dará iluminación y toda la tecnología preventiva necesaria. Requiere 25.000 metros cúbicos de concreto; 3,4 millones de kilos de acero de refuerzo y 300.000 metros de acero para tirantes que refuerzan la altura de 148,3 metros en su torre central para consolidarse como referente ingenieril no solo en Colombia sino en el continente. Su finalización, prevista para el segundo trimestre de 2018, es clave para fomentar las actividades turísticas en esta zona pues conectará la transversal vía Bogotá-Bucaramanga-Santa Marta con la troncal Bogotá-Cúcuta.

LOS CONTRASTES

  • Iván Mustáfa Gerente del Fondo Adaptación

    “Todo el país tiene un enorme potencial en infraestructura, que es uno de los motores de desarrollo de una nación”.

Por su parte, con una inversión superior a $236.000 millones, Yatí-Bodega es fundamental pues unirá las dos troncales viales más importantes del país: la Ruta del Sol con la Troncal de Occidente por intermedio del puente más largo de Colombia, con una transitabilidad prevista de 2.400 vehículos por día.
De otro lado, también se impone el macroproyecto del Canal del Dique como la iniciativa ambiental más ambiciosa del continente, ya que contempla dos compuertas y una esclusa similar al Canal de Panamá.

A su vez, el Fondo Adaptación ha colaborado con la atención de 382 sitios viales que anteriormente eran catalogados como críticos y que ahora están adaptados al cambio climático, entre los que destacan obras de este tipo en departamentos como Santander, Norte de Santander, Bolívar o Caldas. “Y aunque se ha avanzado considerablemente, sin lugar a dudas falta mucho y las oportunidades son grandes, especialmente en las zonas que anteriormente eran de conflicto y que por este motivo eran de difícil intervención o atención por parte del Estado”, añadió Mustáfa.

El impacto en el Canal del Dique

De acuerdo con información sobre las obras en el Canal del Dique, este proyecto contempla dos fases: una de corto y mediano plazo que son las obras preventivas en los 12 centros poblados y dos tramos viales, y otra de largo plazo que es la construcción de las esclusas. El desarrollo incluye la regulación de caudales, el control de sedimentos, de inundaciones, la intrusión salina, el mejoramiento de las conexiones con las ciénagas, la restauración de ecosistemas y la navegación fluvial y que busca recuperarse en una zona estratégica que va del río Magdalena hasta la bahía de Cartagena.

TEMAS


Congreso Infraestructura - Conexiones 4G - Construcción - Transporte - Acuerdo de paz