Nueva versión de la ley de financiamiento espera tener un recaudo de $8,2 billones

Luego de que los ponentes de la ley de financiamiento y el Ministerio de Hacienda acordaran este miércoles retirar del proyecto de ley la propuesta de gravar con IVA de 18% a más de 80% de los productos de la canasta familiar, incluidos aquellos que se encontraban exentos, excluidos o que tenían una tarifa diferencial de 5%, ambas partes se volvieron a reunir ayer para buscar nuevas alternativas que permitan cubrir el faltante de $14 billones del Presupuesto de 2019.

De momento, con las alternativas que definieron ayer habrían conseguido acordar un monto total de $8,2 billones, por lo que todavía faltarían establecer medidas para recaudar otros $5,8 millones, si no se quiere llegar a recortar el presupuesto. “Hay interés en bajar el déficit. No podemos tener propuestas improvisadas para tapar ese hueco. Son propuestas que no están acordadas. Lo que sí se dijo es que el Gobierno está dispuesto a gobernar por decreto”, manifestó la representante a la Cámara de la Alianza Verde, Catalina Ortiz.

Con $3,1 billones, el mayor recaudo provendría del rubro del impuesto a la renta de las personas naturales, donde se establecería una especie de sobretasa de IVA de $130.000 a cada uno de los contribuyentes de renta.
Igualmente, se modificaría la propuesta inicial del impuesto al patrimonio a las personas naturales y en vez de cobrarse desde los $3.000 millones, lo empezarían a pagar las personas que ganen desde $5.000 millones. Esta medida le generaría $1,2 billones adicionales al Gobierno.

Con un impuesto a la normalización tributaria se conseguiría hasta $1 billón; de pasar de un tributo monofásico a otro plurifásico en las bebidas azucaradas y cervezas se allegarían $860.000 millones; y con el impuesto de renta a las personas naturales se conseguirían unos $700.000 millones adicionales.

Además, otros $500.000 millones vendrían de empezar a gravar a las pensiones a partir de los $8,4 millones con una tarifa de 19%. Esta propuesta también sería diferente al texto inicial que establecía un pago a partir de $4,2 millones. Por su parte, el impuesto a los dividendos desde los $10,2 millones en vez de los $20 millones actuales, más el impuesto a las remesas de 7,5%, le darían unos $821.000 millones para el próximo año.

Estas serían algunas de las propuestas a definir la próxima semana en el Congreso.