“El país debe hacer de su biodiversidad una fuente de bienestar para sus ciudadanos”

Sin duda, Brigitte Baptiste es una de las académicas más reconocidas en temas de biodiversidad. Por eso, en el marco de la COP16 no solo participa en charlas como panelista y asistente, sino que también estuvo en Cali para presentar la obra ‘Cápside’, del artista Solimán López, en la que participó.
Baptiste habló sobre ese tema, sobre la importancia de los activos genéticos y cómo han cambiado las COP en 30 años de realización.

Usted es reconocida por ser una de las grandes abanderadas de la biodiversidad. Quiero que me cuente cuáles son sus perspectivas de este evento.

Creo que este es el mejor lugar para la COP y me encanta cómo la ciudadanía la ha acogido. Para mí también es un espacio de contraste de lo que vi en las primeras en COP hace 30 años. Ahora se puede ver que el multilateralismo ha construido una cantidad de dispositivos, de herramientas, de protocolos, de mecanismos para tratar de actuar a nivel global, porque se requiere la acción global.

¿Ese podría ser como el mayor avance que usted destacaría en estos 30 años de COP de biodiversidad?

Además, la COP ha servido para pensar distinto la acción por la biodiversidad en la medida en que realmente los países tienen concepciones muy diferentes de sus contextos ecológicos, que es distinto a cambio climático.

Creo que aquí en Cali sí tienen que pasar cosas, sí tiene que dar un sacudón en ese sentido. Hay muchos países expresando esa frustración, entonces miremos cómo hacemos para mejorar el mecanismo y, ojalá que se nos ocurran ideas como para acelerar la implementación de los planes de 2030.

¿Lo que se necesita es que los países traigan a la práctica lo que se habla en las negociaciones?

En parte, esa creatividad de lo local para crear alternativas económicas basadas en la biodiversidad es lo que Colombia y muchos países ricos creen que deben hacer, y es muy importante que se estén haciendo experimentos en todos los niveles, aquí tenemos pequeños emprendimientos artesanales, tenemos empresas basadas en tecnología o tenemos grandes empresas mostrando sus logros en biodiversidad. Si el mundo ve eso, de golpe entiende que sí hay una posibilidad de una economía verde.

La noción de bioeconomía probablemente no es compartida por muchos países, todavía hay una distancia grande entre los modelos económicos, y lo que Colombia está diciendo es que aquí todo es verde, aquí todo es agua, aquí todo es potencialmente fundamental para el siglo 21 y el 22 y el 23, cuando ya no haya nada de petróleo, cuando ya no haya necesidad del carbón. Colombia debe ser reconocido como el país que logró hacer de su biodiversidad una fuente de bienestar para sus ciudadanos y para otros países.

Usted ha hablado en sus columnas de la importancia de los activos genéticos, explíqueme por qué es fundamental.

Todas las formas de vida, todas las especies están codificadas por el ADN; ahí está la información molecular bioquímica que permite producir organismos. Es un libro de instrucciones que nos permite leer toda la información molecular que se requiere para producir un organismo e incluso pedacitos de él.

Como lo podemos leer, también podemos traducir esas instrucciones en cualquier código, lo podemos volver un algoritmo, podemos leer el ADN en forma digital y eso es una revolución tremenda, porque cuando uno hace ese proceso de transcripción a un lenguaje digital, puede mandar por correo electrónico puede ponerlo en las redes y decir: mira aquí están las instrucciones para hacer un organismo y la gente lo podría descargar, y puede convertirla de nuevo en un producto orgánico.

Nos interesa enviar instrucciones para generar resistencia a una plaga, pues es un nivel de transgénesis que se dispara gracias a la posibilidad de acceder a toda la información genética del planeta y eso es lo que están negociando, cuáles son las reglas de ese intercambio de información.