Turismo

"Los moteles hemos contribuido para resolver un problema habitacional en la COP16"

César Quiroz / LR

Humberto Villegas, dueño de Kissme y Condoricosas, habló del rol que tuvieron los moteles en la sobreocupación de Cali durante la COP16

Tatiana Arango M.

A Humberto Villegas se le conoce como el empresario del amor. Pero muchos también lo llaman Condorito, por su nariz, que asemeja el personaje creado por Pepo, del que toma el nombre la famosa tira cómica.

Hace 37 años, Villegas usó ese apodo para nombrar el que se ha convertido en uno de los moteles temáticos más reconocidos de Cali: Condoricosas. Suites galácticas, glaciares y hasta del lejano oeste forman parte del complejo, que tiene otro motel conjunto: Kiss Me, caracterizado por tener una escultura de unos 20 metros de la Venus de Milo en su techo.

De acuerdo con Villegas, el sector ayudó a solucionar un problema habitacional grave durante la COP16, pues la capital del Valle está saturada de moteles.

¿Por qué es conocido como el empresario del amor?

Soy el propietario de los moteles Kissme y Condoricosas. Son dos moteles temáticos tradicionales en Cali. Nosotros, por esa característica, somos muy biodiversos, nos hemos caracterizado por ser muy originales e incorporar la naturaleza en nuestras habitaciones. Al fin y al cabo, somos de la naturaleza, y ella nos acompaña en nuestros momentos más íntimos de nuestra vida. Yo quería un sitio que fuera totalmente original, que tuviera unas características un poco locas, un ambiente chabacano, muy diferente a todo lo que se veía hasta ese momento.

¿Cómo les ha ido en estos días en esta semana de la COP 16?

Bueno, la COP16 es el acontecimiento más grande que ha tenido Cali en toda su historia. Tenemos que reconocer con tristeza que no hemos sido sede de grandes eventos. Y en estos momentos, en Colombia hay representados 196 países, que están tratando de llegar a unos acuerdos por la biodiversidad, y eso nos hace importantes a la hora de atender a la gente, con mucha dedicación. Como Cali no es una ciudad turística por excelencia, entonces no tenemos la infraestructura hotelera para un certamen de esta magnitud. Luego, están los moteles. Y nos hemos caracterizado por presentar alternativas a la gente para que tengan 185 oportunidades de ver decoraciones diferentes. La gente se queda sorprendida. Nuestras habitaciones múltiples son diseñadas para hacer fiestas, porque son diferentes a cualquier cosa. Nosotros somos los representantes de esa tendencia y contribuimos a la COP para que saliera adelante, para que Colombia y el mundo nos mire como una ciudad que puede desarrollar un evento en el futuro.

¿Cali está saturado de moteles?

Aquí hay los suficientes moteles en este momento, para atender cualquier cantidad de gente que llegue de donde sea a un evento. Ya está saturado Cali de moteles, pero todos subsisten.

En medio de la COP, ¿cuánto tuvieron ustedes de ocupación?

Nosotros tenemos 185 habitaciones, y en horas de la noche se llena casi todo el edificio. Eso se ha incrementado. Por eso podemos afirmar que hemos puesto un granito de arena en resolver un problema habitacional grave.

¿Cuánto hay que invertir para montar un motel?

Déjeme decirle que la construcción de un motel de estos, con las características que tiene, con esculturas, con tantos detalles meticulosos, no es fácil. Hacer un negocio de estos en los que se necesitan artistas y escultores, es dispendioso; se necesitan varios años para hacer un negocio de esto. Pero yo soy el que digo: “esta escena la quiero así”. Yo he pensado las habitaciones y a todo el mundo le ha fascinado.

Esta fue una inversión arriesgada porque uno qué iba a saber si esta locura le iba a gustar a la gente, porque hacer locuras no es fácil. Y son buenas cuando tienen resultados económicos y yo me siento totalmente realizado.

¿Por qué los moteles hacen parte de la cultura caleña?

Hacen parte del folclor y de la alegría, porque recuerde que Cali está considerada la capital mundial de la salsa y de la rumba.

La gente es tan alegre, que por ejemplo, en un barrio pobre una persona cumple años. Entonces, hacen una rumba frente a su casa y hasta cierran la calle con los vecinos, y esa rumba puede durar días. Entonces, a raíz de eso, muchas casas en los barrios las convirtieron en moteles de 10 ó 12 habitaciones. Es de verdad bastante interesante.

¿A ustedes como moteles les han pegado también las plataformas tecnológicas como Airbnb?

No nos ha afectado eso, porque afortunadamente el amor no se puede hacer por internet.

¿Ustedes tienen registro de turismo como un hotel?

Sí, claro. Nosotros cumplimos con todos los requisitos y nos visitan las autoridades. Pagamos impuestos carísimos, servicios carísimos como locales comerciales, tenemos registros de bomberos, de salud, de fumigación, de todo.

¿Nunca tuvo problemas con la marca Condorito por el nombre del motel Condoricosas?

Sí. Ha de creer que el diario El Mercurio me hizo una entrevista y tuve un problema, afortunadamente salimos bien librados.

¿Cuáles son los precios que ustedes manejan?

Nosotros manejamos habitaciones desde un rato de tres horas de $20.000 hasta habitaciones con jacuzzi de $50.000; ya las habitaciones múltiples, que son para varias personas, valen $100.000 para dos personas y $30.000 adicionales para las personas que entren adicionales; y generalmente eso pueden llegar 20 ó 30 personas para hacer una fiesta, puede ser un cumpleaños o cualquier otra celebración.

¿Cuál es el siguiente gran momento para ustedes en el año? ¿la Feria de Cali?

Nosotros afortunadamente no le paramos muchas bolas a los eventos especiales, porque nosotros vendemos todos los días, definitivamente no dependemos de eso. La COP no solamente fue un complemento, sino que nos sentimos satisfechos de ayudarle a la ciudad a salir adelante, nos sentimos parte de Cali, y yo soy muy ambientalista, muy animalista. Yo tengo un sentido de pertenencia y atender bien a la gente hace parte de ese sentido de pertenencia. Se podría decir que en general los moteles de Cali también tienen ese sentido de pertenencia.

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