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Deportistas inspiran campañas de RSE

La alianza entre figuras públicas y empresas potencian el alcance de los programas de RSE

Barranquilla_ Cada vez es más común que las empresas involucren a figuras deportivas en sus programas de responsabilidad social empresarial. Los goles de James Rodríguez, los pedalazos de Nairo Quintana o los saltos de Caterine Ibargüen inspiran a millones de personas en el mundo y este sentimiento puede ser canalizado para impactar la vida de poblaciones vulnerables.
Un ejemplo de cómo el deporte y la proyección social de una empresa puede arrojar importantes resultados es la Fundación Haciendo Equipo de Postobón. Caterine Ibargüen, el exfutbolista Juan Pablo Ángel, y el campeón mundial de ciclismo, Santiago Botero, hicieron parte de los programas sociales de la fundación para aconsejar y acompañar a talentos deportivos.
Haciendo Equipo desarrolla el proyecto Talentos Deportivos con el propósito de estimular a deportistas de alto rendimiento. Postobón, a través de su fundación, destina cerca de $1.600 millones anuales para apoyar a 25 deportistas, quienes fueron escogidos por convocatoria nacional entre 700 jóvenes.
De acuerdo con la directora de sostenibilidad de Postobón, Martha Ruby Falla, el requisito más importante del programa es que los deportistas estudien y tengan un buen rendimiento académico.
“Hoy, 100 % de los integrantes del programa están escolarizados. Esa condición es innegociable. De igual forma, los deportistas asumen la responsabilidad de ser promotores de hábitos de vida activos y responsables”, explicó Falla.
Otro ejemplo de alianza entre una figura pública y el área de responsabilidad social empresarial es el caso de la compañía Drummond y la Fundación Casa en el Árbol de la exreina de belleza Taliana Vargas.
La fundación lidera proyectos para promover la construcción de tejido social en comunidades vulnerables del Magdalena.
El coordinador de Responsabilidad Social de Drummond, Álvaro José Daza, explicó que esta colaboración responde al interés de mejorar las condiciones de vida de la vereda Cordobita, en el municipio de Ciénaga, Magdalena y la de sus habitantes. En ese sector se identificaron problemas entre los jóvenes y se mostró la falta de escenarios deportivos y de esparcimiento.
La fundación desde hace tres años brinda apoyo a un colegio de esa comunidad que cuenta con 500 estudiantes.
“Nos interesó mucho el progreso del programa. A la fecha hemos obtenido resultados exitosos. El avance en la comunidad ha sido efectivo tanto para los jóvenes como para los padres”, indicó Daza.
Lo importante para el director es ayudar a la construcción de valores a través del juego. Igualmente, las madres juegan un papel importante en la construcción de un tejido social sólido, por lo cual tiene un programa para que estas se certifiquen como técnicas de belleza y así formar proyectos de emprendimiento.

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