Salud

Menor cantidad de bebés ponen en riesgo los servicios obstétricos y neonatales

Gráfico LR

Para los expertos, el descenso de la natalidad y el aumento del envejecimiento poblacional obligan a repensar el modelo de salud

Valentina Sánchez Forero

Colombia está viendo nacer cada vez menos bebés, y los efectos ya se sienten en los hospitales y clínicas del país. La caída sostenida de la natalidad no solo transforma la demografía, sino que empieza a vaciar maternidades y servicios pediátricos, poniendo en riesgo los servicios obstétricos, neonatales, la formación de especialistas y la capacidad de atención del sistema de salud.

Entre enero y julio de 2025 nacieron 243.870 bebés, 6,6% menos que en el mismo periodo del año anterior, según el Dane. La tasa global de fecundidad, que mide los hijos promedio por mujer al final de su vida reproductiva, alcanzó en 2024 el valor histórico más bajo, 1,1 hijos, lejos del nivel de reemplazo de 2,2 necesario para mantener la población.

Víctor Raúl Castillo Mantilla, presidente de la Fundación Cardiovascular de Colombia, explicó que “Bucaramanga y Santander han registrado la mayor disminución de natalidad, con 30% menos de nacimientos entre 2024 y 2025. Esto es muy grave porque transformará la pirámide poblacional y afectará la fuerza laboral, las jubilaciones y la educación”.

El especialista advirtió que la situación ya tiene consecuencias en los hospitales. “Los servicios de pediatría están quedando vacíos. La Clínica de Chicamocha cerró su servicio de maternidad por falta de pacientes. Esto no solo reduce opciones de atención, sino que limita el desarrollo institucional y afecta la capacidad de los hospitales para mantener servicios de alta complejidad”.

Castillo explicó que la disminución de nacimientos impacta la formación de médicos especializados. “Áreas como neonatología, cirugía cardiovascular pediátrica y genética requieren pacientes para formar especialistas. La falta de demanda hace que menos médicos se sientan motivados a especializarse en estas disciplinas”.

Menos partos, menos camas

Los análisis de Así Vamos en Salud confirman la tendencia en la capacidad instalada. Entre enero de 2024 y enero de 2025, se reportó reducción de 6,3% en camas, cunas e incubadoras de las Unidades de Cuidado Intensivo Neonatal, una caída que llegó a 7,5% en julio de 2025.

LOS CONTRASTES

  • Víctor Raúl Castillo MantillaPresidente de Fundación Cardiovascular de Colombia en Bucaramanga

    “El problema para los servicios de salud es delicado, especialmente en hospitales con grandes unidades de pediatría, que se han quedado sin pacientes y, en algunos casos, han tenido que cerrar”.

La atención obstétrica también se ve afectada. En el mismo periodo, las camas destinadas a trabajo de parto, parto y postparto se redujeron 7,1%, cifra que se mantiene en la medición de julio de este año.

Gráfico LR

Para los expertos, el descenso de la natalidad y el aumento del envejecimiento poblacional obligan a repensar el modelo de salud. Henry Daniel Puerta, director de gestión de tendencias y riesgos de Suramericana, enfatizó que esta baja natalidad no solo es un desafío, sino también una oportunidad. “Menos nacimientos y más adultos mayores obligan a los sistemas de salud a adaptarse. Esto implica integrar la prevención y la promoción de hábitos saludables como pilares de la atención, repensando los modelos actuales para acompañar a las personas en todas las etapas de su vida”.

Según Puerta, la transformación demográfica ofrece la posibilidad de construir lo que él denomina “la nueva longevidad”. “Se trata de una etapa en la que las personas mayores de 65 años puedan vivir más años con autonomía, salud y propósito. Apostar por adultos mayores saludables reduce la presión sobre el sistema de salud y permite que esta población siga contribuyendo activamente a la sociedad, lo que representa un cambio de paradigma frente al modelo tradicional de atención”.

El ejecutivo agregó que América Latina enfrenta un envejecimiento poblacional más acelerado que otras regiones del mundo, lo que exige actuar con rapidez. “No se trata solo de responder a los retos futuros, sino también de atender la carga de enfermedad que ya existe. Esto requiere soluciones colaborativas entre el sector público, privado y la sociedad. Es clave desarrollar una fuerza de cuidado más amplia, que incluya cuidadores familiares y comunitarios, para que la transición demográfica sea sostenible”.

Sobre los retos financieros y de cobertura, Puerta subrayó que “la transformación demográfica plantea ajustes más que obstáculos. Se necesita asegurar cobertura para enfermedades crónicas, fortalecer el financiamiento de pensiones y cuidados de largo plazo, y anticipar la presión sobre el bono pensional. Parte de la solución es invertir en prevención y promoción de salud desde hoy, de modo que los mayores de 65 lleguen en mejores condiciones”.

La clave de modelos de cuidado integrales

Henry Daniel Puerta, director de gestión de tendencias y riesgos de Suramericana, destacó la importancia de modelos de cuidado integrales. “Es necesario fortalecer el rol de los cuidadores, tanto formales como informales, e incorporar a la sociedad en general en esta red de apoyo. Esto incluye programas de prevención, ejercicio supervisado, nutrición y acompañamiento emocional, combinados con productos financieros flexibles que permitan planear la longevidad y garantizar respaldo para proyectos personales y etapas de cuidado”, puntualizó.

Puerta concluyó que el sector privado tiene un papel clave. “Podemos ser aliados del sistema de salud para desarrollar soluciones de vida con ahorro y seguros que apoyen la longevidad activa, innovar en modelos de cuidado domiciliario y de largo plazo, e impulsar la prevención como herramienta para reducir la carga de enfermedad en el presente. Esto permite transformar la vejez en una etapa activa y sostenible, en la que los mayores sean protagonistas de proyectos, aprendizajes y nuevas etapas productivas”.

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