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Los efectos en el mundo que deja la subida internacional del Brent a más de US$110

Desde alzas en proyecciones de inflación a nivel mundial, hasta negociaciones diplomáticas poco comunes, en las consecuencias

Joaquín Mauricio López Bejarano

El 28 de febrero, días después de la invasión de Rusia sobre Ucrania, el temor de sanciones al petróleo de Moscú, (hoy ya confirmadas, y que buscan frenar su negociación en el mundo), llevó para ese momento al Brent al nivel de US$100, un máximo de ocho años.

Pero esa solo fue la puerta de entrada al periodo de mayor volatilidad para el petróleo. Durante los últimos días su valor superó incluso los US$139, otro histórico de más de una década, y con un rally tan pronunciado aparecieron consecuencias desde económicas hasta políticas.

Ayer, el Brent se movía entre US$112 y US$124, mientras que el WTI en US$109 a US$111. Las cifras siguen siendo altas, y a nivel local se habla de los efectos de este valor.

Quizás las dos consecuencias más conocidas a nivel local tienen que ver con las ganancias y hechos diplomáticos. La primera tiene que ver con la cifra de US$130 millones que le entran a las cuentas de Colombia por cada dólar que sube el Brent; mientras que en el segundo motivo, fue el curioso papel de la Casa Blanca en negociaciones con el régimen de Nicolás Maduro. El presidente de EE.UU., Joe Biden, autorizó abrir la puerta a la reducción de sanciones a Venezuela para que ese país mejore sus niveles de producción de crudo (hoy en 800.000 barriles por día), y además, entre a ser parte de los territorios que podrían suplir lo el hueco que deja Rusia en el mercado total.

Para entender el escenario internacional, al cierre de 2021, Estados Unidos terminaba como el principal país en producción de petróleo con 10,2 millones de barriles por día, pero su consumo es de más de 17 millones. Rusia es el segundo colocador de crudo, según la Agencia Internacional de Energía, con un promedio de entre 9 y 10 millones de barriles. Es decir que hay momentos en los que el Kremlin mueve hasta 70% de su petróleo para otros países, y ante las sanciones de Occidente de dejar de comprarle a Moscú, es un vacío urgente de llenar.

Durante esta semana empezaron las terminaciones de contratos con proveedores rusos, y esto elevó que en Wall Street bancos como Goldman Sachs alertaran de una recesión en Rusia, y mayores indicadores de inflación en el mundo.

El jueves por ejemplo, se conoció que el IPC de febrero en la Unión Americana llegó a 7,9%, volvió al nivel de los años 80, y se espera que podría llegar a un máximo histórico durante 2022, a causa de los costos de energía.

El embajador de Alemania en Colombia, Peter Ptassek, explicó que se habla de una subida de más de 2 euros por litro en los costos de los combustibles para ese país; un panorama que va de la mano con el Observatorio de Precios Básicos de la Unión Europea, en el que estiman que por lo menos 50 naciones del mundo sentirán una escalada de tarifas en la gasolina, todo a causa del rally del petróleo no solo por los últimos días, sino por una posible extensión del periodo de vacas gordas que vive el Brent y WTI.

“La volatilidad intradía extrema que hemos visto ya mostró varios efectos: el grado de incertidumbre, la naturaleza del flujo de noticias, el efecto indirecto de algunos mercados que resultan caóticos y los niveles de liquidez relativamente bajos en algunos puntos de Occidente”, dijo Paul Horsnell, jefe de investigación de materias primas de Standard Chartered.

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