Hacienda
Duque en la recta final
Los puntos buenos, malos y regulares en los indicadores económicos de Colombia
sábado, 7 de agosto de 2021
La meta del Gobierno es cerrar 2022 con un crecimiento del PIB cercano a 4%. El desempleo y la deuda externa entre los mayores retos
A un año de que termine el gobierno Duque, y a casi dos desde que inició la pandemia, los indicadores macroeconómicos dan cuenta de cómo avanza el país en materia de recuperación y en qué sigue rezagado.
El PIB sería el que se lleva la mejor parte, pues luego de cerrar 2020 con una contracción de 6,8%, este año la meta promedio de crecimiento sería de 6%, la misma que ha planteado el Gobierno Nacional.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) prevé que podría llegar incluso a 7,6%, cifra que estaría cercana a la estimación de Scotiabank Colpatria y de Fedesarrollo de 7,2% o a la de Anif de 6,6%.
“Esto porque se nota que la reapertura de la economía, después del 8 de junio, ha sido bastante positiva. Se aprecia una demanda de energía y de gasolina superior a niveles precovid, lo que hace pensar que la economía va bien, por supuesto con algo de incertidumbre, pero el caso de base es que inclusive puede ser mejor el próximo año”, destacó Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria.
Hasta el momento, las proyecciones económicas apuntan a un 2022 mucho más positivo con un crecimiento del PIB entre 3,5% y 4,2%. Lo que para Catherine Pereira, decana de la EICEA de la Universidad de La Sabana, estará respaldado por el consumo y el rendimiento del sector privado.
“El crecimiento va a dar mucho ánimo. Inclusive, se estima que 4,5% es un piso y el crecimiento anual podría tocar 8% Este año, el consumo es parte de lo que va a promover el crecimiento, va a crecer también de manera importante, particularmente, el sector privado y las exportaciones están dando muestras de un crecimiento entre 6% y 9% para finales del año, las expectativas van a cambiar”, añadió Pereira.
En cuanto al comercio exterior, entre enero y mayo de 2021 la balanza comercial registró un déficit de US$5.397,4 millones, lo que representó un incremento de 34% frente a lo registrado en 2020 cuando la cifra llegó a US$4.033,5 millones.
Solo al revisar el ejercicio de mayo de 2021, las importaciones llegaron a US$4.372,2 millones con un incremento de 52% versus 2020 cuando fueron de US$2.877,3%. Sin embargo, las exportaciones se han mostrado resistentes al aumentar 39,4% frente a 2020 y alcanzar US$3.097 millones. A lo que se suma que con el dólar manteniéndose en $3.900 y el café y el petróleo al alza, el déficit podría reducirse.
“Este año, en general, hay un surgimiento importante en los precios de los commodities que nosotros producimos y eso al final es positivo porque ayuda a que el déficit de la balanza comercial se vaya cerrando”, señaló Juan David Ballén, jefe de investigaciones económicas de Casa de Bolsa.
Sin embargo, más elementos serían necesarios para que no solo mejore el déficit, sino que también se vea un avance en la recuperación de la economía. Carlos Alberto Garzón, profesor investigador de economía de la Universidad de La Sabana, explica que se requieren, por ejemplo, políticas económicas de mediano plazo que permitan impulsar los ajustes sectoriales de la estructura económica y aplicar otras que incrementen los ingresos del Gobierno.
“El proceso de recuperación económica en 2021, 2022 y en adelante será más dinámico y acelerado si se mezcla con los esfuerzos de reducción de los déficit comercial y fiscal. Esto mejorará el empleo en el corto plazo, pero también la tasa de cambio, los incentivos para la inversión fuera del mundo de los hidrocarburos y las condiciones para que la recuperación sea sostenible. La actual es la oportunidad para repensar lo que queremos de nuestra economía en el mediano y largo plazo”, añadió Garzón.
Lo que debe Colombia
Otro elemento que se ha puesto sobre la mesa es el panorama de la deuda externa del país que para abril, mes con el registro más reciente, se había incrementado 2,3% frente al mes anterior y 9% versus 2020.
En total, el monto asciende a US$157.172 millones lo que representa 51,9% del PIB nacional. La cifra respondería, entre otras cosas, al gasto del Gobierno para atender la emergencia sanitaria de la pandemia, con lo que para los expertos ahora se debe poner la atención en su buen uso y en el pago.
El economista principal de Scotiabank Colpatria destacó que es fundamental no dejar vencer la deuda y, además, enviar el mensaje de que no solo se están pagando, sino que seguirá siendo así.
“Hacer reformas estructurales por parte del próximo Gobierno para mandar esa señal es fundamental, además utilizar esa deuda para lo que genere ingresos posteriores, es decir, PIB: construcción de vías, de infraestructura de educación, hacer que el país crezca mucho más, porque eso a su vez trae más recaudo de impuestos”, añadió Olarte.
El sube y baja del desempleo
Una de las grandes problemáticas que agravó la pandemia y que tendrá que ocupar la agenda del Gobierno durante su último año es el desempleo. En 2020 cerró con 13,4% y abril como el mes con la tasa más alta, 19,8%. Para este año la cifra llegó a 17,3% en enero y empezó a descender hasta 14,2%.
Durante el primer trimestre del año la cifra de empleo parecía avanzar positivamente, tanto que incluso la Ocde destacó que junto con Chile, Colombia fue el país en que más creció la tasa durante los primeros meses del año. En total, el país logró un repunte de 0,9 puntos y llegó a 60,7%.
Sin embargo, entre abril y mayo la cifra de desempleo volvió a ser protagonista, tras escalar a 15,1% y 15,6% respectivamente, lo que dejó para junio una tasa de 14,4% y un total de 3,5 millones de personas desocupadas, 16,2 millones de inactivos y 20,6 millones de ocupados (ver gráfico).
Ahora bien, la estimación de los analistas para lo que resta del año es que con el avance de la vacunación contra el covid, las reaperturas y la reactivación económica más personas puedan emplearse y el desempleo logre contraerse mucho más.
“Creo que la recuperación va a ser paulatina, mi pronóstico es que el desempleo va a estar alrededor de 14% al cierre del año, puede que con la actividad económica que estamos viendo un poco menos y volver a niveles de 12% seguramente será la cifra que veremos en 2022 y regresaremos seguramente en 2023 a cifras similares a las que tuvimos en 2019 cerca de 11,2%. El consumo se ha ido recuperando, hay buena actividad y la normalización de la actividad económica en diferentes sectores apalanca la mejora en la cifra de desempleo”, destacó la decana de la Eicea, Catherine Pereira.
Los precios de la canasta
Al repasar la subida de los precios, la cifra de inflación anualizada para julio fue de 3,97%, 0,34 puntos arriba de lo registrado en junio.
Según explicó el Dane, durante la presentación de los resultados, estaría impulsada por la variación mensual de las divisiones de alojamiento; agua; electricidad y otros combustibles, y restaurantes y hoteles, con la mayor variación, 0,80%.
Las ciudades con la inflación más alta fueron Santa Marta, 0,71%; Tunja, 0,62% y Cúcuta, 0,59%. En las que los alimentos caros, mayores precios para el turismo y la recreación y la subida del dólar también habrían empujado la cifra.
Los productos con los mayores incrementos fueron los aceites comestibles, 34,59%; huevos, 31,26% y hortalizas y legumbres frescas, 26,18%.
Esto, además de pegarle al bolsillo del consumidor, el IPC anual obtenido en julio se alejó del rango meta que había trazado el Banco de la República entre 2% y 4% con 3% como ideal.
La encuesta que hace la entidad proyecta que la variación para cierre de año estaría entre 4,1% y 2,95%, con un promedio de 3,65%, cifra que también sobrepasa la inflación del séptimo mes del año.