Industria de alimentos, motor para el desarrollo de la economía local del Eje Cafetero

Durante el último trimestre de 2023, el Eje Cafetero experimentó resultados económicos desfavorables, especialmente en la industria de alimentos y bebidas, como consecuencia de la baja demanda interna y la incertidumbre económica.

De acuerdo con la Encuesta Mensual Manufacturera con Enfoque Territorial del Dane, en el acumulado de 2023, Caldas y Risaralda tuvieron reducciones en la producción manufacturera de 6,3% y 1,6% respectivamente, como consecuencia del debilitamiento de la demanda, altos costos y dificultades en la consecución de materia prima, así como aumentos en los precios del producto final y en las tasas de interés. La caída en las ventas en este rubro se atribuyó principalmente a la disminución en las exportaciones de café y la baja producción de bebidas alcohólicas y golosinas.

A pesar de los desafíos, las compañías en el sector industrial y de alimentos continúan respaldando el crecimiento económico nacional, apostándole a la generación de empleo y la inversión en la región. Liliana Restrepo Arenas, presidente y cofundadora de Frisby, cadena de restaurantes pereirana, señaló que, en medio de los retos propios del entorno, han logrado consolidarse como la cadena líder de la categoría. “Alcanzamos un crecimiento en ventas de 20% durante 2023”, indicó.

Hoy, Frisby tiene más de 5.600 colaboradores de forma directa, sumado a procesos de proveeduría inclusiva con comunidades de la región. En el caso del Eje Cafetero, para Risaralda, Caldas y Quindío generan 1.000 empleos directos. A nivel nacional, tienen 280 restaurantes distribuidos en 60 municipios.

“Actualmente, nuestra cadena de proveeduría alcanza 98% de compras a nivel nacional, dentro de las cuales 83% corresponde a pequeñas y medianas empresas ubicadas en diferentes lugares de Colombia. El Eje Cafetero para nosotros es muy importante por ser nuestra base, pero al tener cobertura nacional buscamos generar alianzas estratégicas en diferentes territorios para nueva cadena de proveeduría”, puntualizó Restrepo.

La empresa invirtió en tecnología e infraestructura con remodelaciones, aperturas y una nueva planta en Pereira para aumentar su capacidad de producción de pollo en 30% en la región. Abrieron nuevos restaurantes en Pereira y están renovando locales importantes en el sector de Cuba, Éxito Victoria y Cable Plaza en Manizales.

“Con nuestra marca Wingz, adelantamos la remodelación del restaurante en Belmonte y pronto se hará lo propio con la sede Alpes en Pereira. Lo anterior suma en 2023 y en lo corrido de 2024 más de $16.000 millones en inversiones en el Eje Cafetero. Durante 2024 proyectamos 15 nuevas aperturas en todo el país”, resaltó Restrepo.

Apostando al desarrollo

Otra de las compañías que le apuesta al desarrollo regional y a la construcción de tejido empresarial es Súper de Alimentos. María Antonia Arango, gerente general, explicó que están enfocados en ampliar su gama de productos como parte de su estrategia de crecimiento, a pesar de que en 2023 cerraron con un incremento en costos adicionales de 10% por el impuesto ultraprocesado.

Este último impuesto generó una distorsión en los inventarios de los canales de distribución, un freno en la reposición de inventarios y un capital de trabajo limitado que terminó impactando negativamente las ventas de fábrica en los primeros meses del año.

“Recientemente, hicimos una expansión en Manizales con seis líneas de producción con capacidad de 3.500 toneladas, que equivale a un incremento de 40% en la capacidad instalada. Aunque es un año retador por el contexto macroeconómico, estamos haciendo una estrategia de amplitud de portafolio ofreciendo, por ejemplo, gomas Trululu para diferentes puntos de precio, de tal forma que nos podamos adaptar al bolsillo y necesidades de todos”, señaló Arango.

En cuanto al fomento de oportunidades laborales, de acuerdo con la gerente, su compromiso es claro: generar empleo en el Eje Cafetero. 100% de su operación de producción y comercialización se concentra en esta región, y la mayoría de su mano de obra es local. Además, establecen relaciones comerciales con diversos sectores económicos de la región, abarcando materias primas, textiles, repuestos, papelería, alimentación, transporte y otros servicios, lo que les permite crear sinergias para el desarrollo conjunto.

“Ha sido un reto a nivel de planeación y logística el cambio de las leyes de etiquetado en los diferentes mercados en Latinoamérica, lo cual frenó la curva de desarrollo en los modelos de digitalización. Tenemos en curso un proyecto de Centro de Empaque Robotizado para realizar el empaque de surtido a tiendas que nos va a permitir optimizar el transporte, la logística, el inventario en las tiendas de barrio y, por lo tanto, incrementar la rotación. Además, venimos trabajando en gobierno, análisis y arquitectura de datos para ser más efectivos, eficientes y probar hipótesis de negocio de forma oportuna”, detalló Arango.

En las perspectivas de crecimiento, Súper de Alimentos ve una ventaja en el exterior. “Tenemos una gran oportunidad de desarrollo en el mercado internacional que a 10 años proyectamos seguir atendiendo desde Colombia”, concluyó Arango.

Capacitación profesional: una prioridad

Una de las apuestas de ambas compañías es invertir en la formación de sus colaboradores. Desde Frisby, desarrollan programas orientados a procesos educativos con la Universidad Frisby, el Instituto Tecnológico Dosquebradas Alfredo Hoyos Mazuera y el programa Universidad en Tu Colegio.

En el caso de Súper de Alimentos, en 2022, crearon un programa de formación técnica en confitería con la Universidad Autónoma de Manizales adaptado a las necesidades de la industria, en el cual, actualmente, participan 245 estudiantes. “Además, tenemos una relación con el Sena Caldas que nos ha permitido formar más de 160 Técnicos en Mantenimiento”, señaló María Antonia Arango, gerente general.