Energía

Se cumplen más de 30 años desde que se ‘apagaron las luces’ y se adelantó el tiempo

En el famoso apagón de 1992 y 1993, el Gobierno tomó medidas de racionamiento de la energía por bajos niveles de los embalses

Carolina Salazar Sierra

El 2 de mayo de 1992 solo tuvo 23 horas, en un hecho sin precedentes en el que el entonces ministro de Comercio, Juan Manuel Santos, desde el Icontec y a los ojos de la prensa, adelantó el tiempo una hora en los relojes oficiales, pasando de las 12:00 a.m. a la 1:00 a.m. en solo un segundo.

A los colombianos, entonces, se les fue una hora de sus vidas en medio de la crisis energética en la que se sumaba el país derivada, entre otras cosas, del bajo nivel de los embalses en medio del fenómeno de El Niño.

Desde ese momento, se lo conoció como la ‘hora Gaviria’ a aquel proyecto que le presentó Santos al entonces presidente, César Gaviria, y al Congreso, y que fue decretado por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). Lo que se pretendía era aprovechar una hora más de luz al día y, de esa forma, reducir el consumo de energía en medio de la crisis.

Se cumplen más de 30 años desde aquellos 11 meses en los que los colombianos vivieron en medio de racionamientos, una época que quedó en la historia del país como el apagón de 1992 - 1993 y que se pretende evitar que suceda de nuevo.

Retrocediendo en el tiempo, en febrero de 1992, pocos meses después de apagar las luces de Navidad, “los colombianos despertamos abruptamente a la dura realidad: que el interruptor no prendía, que los hornos de los hogares no podían preparar el almuerzo ni la comida en las horas regulares y que iniciaba un año duro para empresas y negocios. Para el Gobierno y para la sociedad colombiana fue un año de pesadilla”, según se relata en ‘1992: el año en que se nos fueron las luces’, documento de la Universidad Católica de Pereira (UCP).

La luz eléctrica no se fue de manera abrupta, sino que, dada la inminente falta de energía, durante casi un año, desde el 2 de marzo de 1992, el Gobierno programó racionamientos o suspensiones del servicio.

¿Por qué apagaron las luces?

“Yo llevaba 15 días de posesionado como ministro de Minas y Energía e hice una visita a Antioquia. Ahí encontré los embalses completamente vacíos y, según la opinión de los técnicos, de ISA y EPM, era necesario pensar en un racionamiento. Entonces yo vine con esa preocupación y la transmití al Consejo de Ministros y pocas semanas después iniciamos el racionamiento. Si no se hubiera iniciado, los perjuicios habrían sido mayores, de un apagón más general en términos de horas”, relata el entonces ministro de Minas y Energía, Juan Camilo Restrepo.

Hubo causas estructurales y coyunturales que llevaron al ‘apagón’, de acuerdo con la UCP. Entre las primeras está el descuido del cual fue objeto el sector eléctrico durante la década de 1980, cuando se sobreestimaba la capacidad e infraestructura del sector. A ello se sumaron los problemas financieros de las empresas en medio de la agudización de la crisis de la deuda externa. Tanto fue así que “al término de la década de 1980, el servicio de la deuda del sector eléctrico representaba más de 43% del total de endeudamiento nacional”.

“El país venía con una cierta autarquía y cada empresa regional establecía un programa eléctrico, pero cuando llegaron las dificultades económicas al país, con la gran devaluación, se suspendieron y, por lo tanto, no hubo una buena programación de los ensanches eléctricos”, dijo Restrepo, quien también aseguró que había defectos en los modelos matemáticos de los despachos.

Pero la causa coyuntural que terminó por llevar a la crisis fue el fenómeno de El Niño, que inició en 1991 y redujo los niveles hidrológicos en más de 50%.

Además de la sequía, se sumaron la huelga de los empleados de la Corporación Eléctrica de la Costa Atlántica (Corelca), la falta de mantenimiento de las unidades térmicas y la incapacidad de ampliar la oferta de energía dados los retrasos en el cronograma de construcción de nuevos proyectos hidroeléctricos, como El Guavio, que se tenía previsto para 1987 y en 1992 aún no estaba listo.

LOS CONTRASTES

  • Juan Camilo RestrepoExministro de Minas y Energía

    “En primer lugar, hubo un verano como no había precedentes en Colombia, el más fuerte en 50 años, eso afectó pero no fue esa la única causa del apagón”.

  • José Manuel RestrepoRector de la Universidad EIA

    “Mucho costaría que decisiones equivocadas o apresuradas terminen poniendo en riesgo la confiabilidad energética del país, con riesgo de un eventual apagón”.

Las medidas

Con este panorama, el Gobierno, bajo el liderazgo del entonces ministro Restrepo, inició medidas de racionamiento de energía desde el 2 de marzo de 1992, cuando los niveles de los embalses no llegaban a 30% de su capacidad.

La medida, entonces, consistió en suspender el servicio de energía entre las 5 p.m. y las 9 p.m. para garantizar que la demanda bajara en, por lo menos, 3%. Luego, el 2 de mayo, dos meses después, se implementó la propuesta de Juan Manuel Santos, y se redujeron las suspensiones a dos horas. Además del racionamiento, se tomaron otras medidas para corregir los problemas estructurales del sector.

“Fueron muchas, en primer lugar, se corrigió el programa matemático de los despachos. En segundo lugar, se hizo un plan acelerado de mejoramiento del parque térmico, que estaba muy deteriorado. En tercer lugar, se hicieron programas de interconexión eléctrica de emergencia, uno de ellos con Ecuador”, indicó el exministro Restrepo, que también aseguró que “la sumatoria de todas esas cosas, más las lluvias que llegaron tiempo después, pudieron permitir que el país volviera a tener mejor suministro de energía”.

Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, aseguró que “los intentos de paliar las consecuencias que se derivaron de la misma, como fue la importación al país de dos barcazas generadoras de energía, fueron fiasco total y piedra de escándalo de corrupción. No generaron un solo kilovatio”.

Un par de años después, en 1994, se crearon instituciones: la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg). Luego, en 2006, esta última institución también creó el cargo por confiabilidad, con el objetivo de garantizar la confiabilidad en el suministro de energía eléctrica para el país.

El apagón, entonces, se superó en febrero de 1993, cuando, tras el alza en los embalses, el Gobierno pudo poner fin a las medidas de racionalización.

La hora que se les había quitado a los colombianos, el 2 de mayo de 1992, volvió a ponerse al día el sábado 6 de febrero de 1993, por disposición del Gobierno a través de la SIC, esta vez retrasando el tiempo una hora.

El cargo por confiabilidad busca garantizar el suministro

El cargo por confiabilidad se define en esencia como la “remuneración que se paga a un agente generador por la disponibilidad de activos de generación con las características y parámetros declarados para el cálculo de la Enficc (máxima energía eléctrica que puede generar una planta)” según la Creg (Comisión de Regulación de Energía y Gas). Este cargo se estableció en 2006 con la finalidad de garantizar el suministro de energía cuando los recursos hídricos del país escasean y surgió para contrarrestar el fenómeno de El Niño.

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