Los efectos económicos que tendrá la ola de calor en el agro y la energía

Tal y como pronosticaron las autoridades, el año comenzó con altas temperaturas, superando históricos en algunas ciudades y regiones del país. Las consecuencias económicas son grandes y sectores como el ganadero ya anunciaron pérdidas por más de $122.000 millones.

Pero la historia no termina ahí y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, alertó que febrero sería aún más caliente que este mes. Con corte al 24 de enero, la entidad informó que 977 municipios están en riesgo por amenaza de incendios.

“Es importante entender que estamos en la temporada seca, lo cual es usual para estos meses, principalmente en las regiones de la Orinoquía, Andina y Caribe, y el efecto está intensificado por el fenómeno de El Niño, con condiciones más secas de lo normal”, dijo Ghisliane Echeverry, directora general del Ideam.

Es clave entender que el PIB de los sectores agro y energía crece hasta 0,5% y 0,6% menos durante épocas de El Niño, principalmente porque hay una disminución en la productividad de los cultivos y porque los embalses presentan disminuciones con las altas temperaturas.

Precios de alimentos

Las afectaciones en la cobertura vegetal se sienten principalmente en el rendimiento en cultivos como el fique, yuca y palma de aceite, debido al estrés hídrico al que se someten las plantaciones, pero también se traduce en menos forraje para la ganadería. Con menos oferta de alimentos de pasturas, la ganadería, principalmente la especializada en leche, capta entre 35% y 40% menos producción que en épocas normales, por lo que se esperan subidas en derivados lácteos como el queso.

Según Jorge Rodríguez, presidente de la Asociación de Ganaderos de la Costa Norte, Asoganorte, “a medida que se va prolongando, el alimento se vuelve más costoso. Subirán los precios de los alimentos de derivados lácteos, y en el caso de la región Caribe, productos como el queso costeño. En este momento ya está alrededor de $26.000 el kilo, pero creemos que para mediados de marzo va a estar por encima de $30.000”.

Al día cayó en más de 1,8 millones de litros la producción, con pérdidas de $2.351 millones diarios. Entre el primero de diciembre de 2023 y el 15 de enero de 2024, Fedegan reportó la muerte por calor de 8.879 bovinos, con pérdidas que superan $16.000 millones. “En marzo habrá una primera temporada de precipitaciones, pero no apaciguará lo que ha venido sucediendo”, explicó Jorge Giovanni Jiménez Sánchez, subdirector de Meteorología del Ideam.

Los servicios públicos también están en alerta, pues la caída en las lluvias hizo que en apenas 24 días bajara el nivel de embalses alrededor de 10%. Según las cifras del operador del Sistema Interconectado Nacional, XM, los niveles de embalses estaban sobre 70,2%, pero ahora está en 60,2%.

Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, aseguró a medios que “las mayores dificultades la vamos a tener en la generación de energía, efectivamente los embalses han venido bajando y lo que esperamos es que no tengamos dificultades de razonamiento energético. El ministro de Minas está convencido de que tenemos la suficiente capacidad para enfrentar el fenómeno”.

El presidente, Gustavo Petro, ya anunció que alistan el decreto para atender la emergencia, que les permitirá movilizar recursos para atender la crisis.

Por los incendios forestales, las zonas que tienen mayor amenaza son el centro de las regiones Andina y Caribe, y en la Orinoquía. El mayor número de punto de calor se concentra en esta última, principalmente en los departamentos de Vichada y Meta.

Con corte al 23 de enero, el número de alertas rojas llega hasta 586, mientras que en alerta naranja hay 245 y en alerta amarilla 121.