El tsunami regulatorio que Colombia necesita para transformar el sistema financiero
jueves, 11 de septiembre de 2025
Para Colombia Fintech, un tsunami regulatorio no solo es deseable, sino necesario para transformar el sistema financiero en uno más inclusivo, competitivo e innovador
Colombia Fintech
Un tsunami no es una simple ola. Cuando un tsunami toca una costa, avanza con una fuerza implacable, inundando todo a su paso y reconfigurando el paisaje. El poder de un tsunami se deriva de su potencial de transformación. Cuando se habla de regulación, un tsunami se entiende comúnmente como una “avalancha” de normas expedidas en un periodo relativamente corto.
Para Colombia Fintech, un tsunami regulatorio no solo es deseable, sino necesario para transformar el sistema financiero en uno más inclusivo, competitivo e innovador.
Un tsunami regulatorio exitoso depende del propósito que lo motive. Este propósito depende de la visión y los objetivos de política pública que definan los gobiernos y reguladores. Por ejemplo, la regulación financiera tradicionalmente ha buscado mantener la estabilidad del sistema financiero, especialmente, después de la crisis del 2008.
En consecuencia, la regulación se concibió buscando mantener estándares fuertes para garantizar la idoneidad de los participantes del mercado. Esta visión llevó a que el mercado estuviera concentrado
en pocos actores con un amplio poder.
Sin embargo, esta visión se ha ido transformando. Para los gobiernos la lección es clara, la estabilidad ya no es suficiente, el sistema financiero del siglo XXI debe ser también incluyente e innovador. Aunque hemos tenido un avance en términos de inclusión, millones de personas siguen por fuera.
Y no es solo porque se autoexcluyen, muchos otros se mantienen en la informalidad porque el sistema simplemente les da la espalda, ya sea porque no les dan acceso a productos, o porque los productos no se ajustan a sus necesidades y son costosos. En un país donde la exclusión financiera todavía marca la realidad de muchos, hablar de innovación sin inclusión es, sencillamente, una promesa vacía.
En Colombia necesitamos de un tsunami regulatorio porque no hemos explotado el potencial transformador del sistema financiero. A pesar de los avances en inclusión financiera y los esfuerzos de modernización, enfrentamos profundas paradojas.
Celebramos un acceso a productos de depósito cercano al 96% de los adultos, mientras que el crédito formal, verdadero motor de la movilidad social, permanece estancado en un 35,5%, dejando un vacío ocupado por el “gota a gota”, un mercado predatorio que se alimenta de la exclusión con tasas de interés del 382.2% para personas y del 666.5% para empresas.
Con esto en mente, desde Colombia Fintech, a través de un proceso deliberativo, invitamos a toda la industria a generar esa visión y propósito estratégico para que el país ponga en marcha un tsunami regulatorio exitoso. Esta visión se concreta en el documento “Colombia Fintech 2026-2030: Hoja de ruta para un sistema financiero inclusivo, competitivo e innovador”, que incorpora más de 120 propuestas y que abarcan más de 22 temáticas centrales para la industria.
Como Asociación queremos entregar este documento a los futuros tomadores de decisión como claves para impulsar la transformación del sistema financiero. El país necesita de una visión articulada y coherente que tenga la fuerza suficiente para: remover obstáculos, inundar el mercado de oportunidades, y reconfigurar la industria en una más eficiente e inclusiva.
Así, la fuerza de este tsunami se convierte en una corriente que complementa la revolución fintech con propósitos y resultados claros. Las propuestas y recomendaciones de Colombia Fintech 2026-2030 son un primer paso y dependerá de los futuros tomadores de decisión actuar deliberadamente para alcanzar sus tres pilares: inclusión, competencia e innovación.
Con esta, podrán elegir crear una expansión en el stock de crédito de más de $10 billones que podría beneficiar a cerca de 25 millones de colombianos que siguen excluidos. Esta también es la oportunidad
para mejorar la oferta de servicios financieros para los usuarios de las más de 54 millones de cuentas activas en billeteras digitales.