Hacienda

¿Hay un giro a la izquierda? Proyecciones de economías de Latinoamérica

Según The Economist, la región enfrenta condiciones más retadoras que obligarán a los nuevos líderes a ser más responsables

Narciso De la Hoz G.

En un análisis publicado en 2006, el académico y ex canciller mexicano, Jorge Castañeda, advirtió que había dos izquierdas en Latinoamérica. La primera, representada por Luiz Inácio Lula y el Partido de los Trabajadores en Brasil, el Frente Amplio de Uruguay y la izquierda chilena, con un visión moderna, reformista y aperturista.

La otra era “nacionalista, estridente y cerrada” y provenía de la tradición populista de América Latina. Esta izquierda incluía a Hugo Chávez, Evo Morales, los Kirchner en Argentina y a Rafael Correa en Ecuador, todos los cuales nacionalizaron empresas y criticaron al "imperialismo estadounidense".

En el análisis, The Economist advierte que, en algunos aspectos, esa distinción aún se mantiene hoy. “No veo un eje progresista homogéneo desde la Ciudad de México hasta Santiago”, señaló Castañeda.

En todo caso, según el ex canciller mexicano, hay incluso más variaciones que en el pasado y el nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric, es una prueba de ello.

“Boric es diferente de otras maneras. Mientras que los izquierdistas anticuados defienden a los dictadores que afirman oponerse al imperialismo estadounidense, el presidente electo de Chile es un fanático de la democracia. Condenó la invasión de Ucrania y criticó los abusos a los derechos humanos por parte de las tres dictaduras de izquierda latinoamericanas: Cuba, Nicaragua y Venezuela. Ha invitado a su toma de posesión a escritores obligados a exiliarse por el déspota de Nicaragua, Daniel Ortega”.

Con Colombia y Brasil a las puertas de elecciones presidenciales en mayo y octubre, la revista advierte que de llegar a concretarse en las urnas el favoritismo de Gustavo Petro en las encuestas y el de Lula en Brasil, Latinoamérica daría un giro a la izquierda.

“Gustavo Petro podría unirse a Boric como un crítico excepcional de tales hombres fuertes. Fanático de Chávez hasta hace poco tiempo, ahora regaña a su sucesor, Nicolás Maduro, especialmente por su dependencia de los combustibles fósiles, y acusa a Ortega de convertir ‘un sueño de liberación en una dictadura bananera’”.

Pero la revista advierte también que la región enfrentará tiempos económicos más difíciles en los próximos años, ya que los Gobiernos anteriores fueron ayudados por el auge de los commodities.

“Aunque los precios de las materias primas han subido, especialmente en los últimos días, la bonanza puede ser menor. La pandemia ha aumentado la demanda de gasto social y, con el aumento de las tasas de interés, el servicio de la deuda pública será más costoso”.

Por ello, señala que esto significa que es probable que haya menos estatismo y más pragmatismo que en la "oleada rosa" anterior con gobiernos de izquierda, si impera el pragmatismo.

“La mayoría de los líderes de izquierda están a favor de la responsabilidad fiscal y los bancos centrales independientes. Lula, quien fue económicamente prudente durante su presidencia, parece estar listo para elegir como compañero de fórmula a Geraldo Alckmin, un exgobernador de São Paulo cercano al sector privado”.

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