No todo está cantado para la primera vuelta

La pregunta antes de las elecciones de ayer no era si iba a ganar Gustavo Petro, sino con qué margen. El candidato presidencial del Pacto Histórico logró más de 3,5 millones de votos, y la consulta en la que participó superó los 4,5 millones, muy por encima de los 2,8 millones que logró en la de hace cuatro años, que en total sumó 3,3 millones.

Los resultados electorales de ayer distan del panorama que plantean algunas encuestadoras sobre una posible victoria de Petro en primera vuelta, pues la Coalición Equipo por Colombia, en la que resultó ganador Federico Gutiérrez, con más de 1,6 millones de votos, superó en total los 3 millones de votos. Esto muestra que la contienda está más abierta de lo pensado y que la derecha llega a las elecciones de mayo con un capital importante.

Claro, este no es un ejercicio de aritmética simple, pues no está claro que la totalidad de los votos recibidos por quienes perdieron las consultas se vayan a trasladar a los ganadores, especialmente en el caso de Sergio Fajardo, que recibió 600.000 de los cerca de dos millones de la Coalición Centro Esperanza.

No hay que olvidar que la coincidencia de las legislativas con las consultas interpartidistas, que se convirtieron en una suerte de primarias, favorece a los candidatos que tenían un “voto amarrado”, pero no es claro que esas estructuras se movilicen con la misma fuerza en la primera vuelta presidencial, el próximo 29 de mayo. Es posible también que electores como los de Jorge Enrique Robledo, de Dignidad, se acerquen más a una candidatura como la de Petro, como puede suceder que parte de los votos del Equipo por Colombia migren a otras opciones de derecha, como el exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, o incluso, Óscar Iván Zuluaga, en el Centro Democrático.

La “presidencialización” de las elecciones de ayer opacó el objetivo principal de la jornada, elegir al Congreso 2022-2026, que será tan importante como el próximo presidente; no solo porque es uno de los llamados a ejercer contrapeso frente al Ejecutivo, sino también porque de su composición depende la gobernabilidad de quien se posesione el 7 de agosto.

Con 25% de las mesas escrutadas, uno de los grandes ganadores fue Petro, que con su lista del Pacto Histórico lograba 15% de los votos del Senado; sin embargo, esta es una victoria agridulce, pues el resultado dista de los hasta 30 senadores que esperaban poner. Además, contrario a lo que vaticinaban algunos, partidos tradicionales como el Conservador y el Liberal demostraron que siguen siendo fuerzas electorales importantes, con lo que serán determinantes no solo en las presidenciales, sino también para asegurar la gobernabilidad del próximo presidente.