El CEO de Rappi, Simón Borrero, fue el Empresario del Año en la edición pasada

Una expansión a siete países, crecimientos de 20% sostenidos al mes por tres años y medio y más de 30.000 rappitenderos en la región consolidan a Rappi como líder del negocio de domicilios en Latinoamérica, incluido Brasil, donde después de pocos meses de entrada logró destronar a Ubereats, uno de sus competidores más cercanos.

Estos logros sostenidos que generaron que la empresa consiguiera capital del fondo Andreessen Horowitz, entre otros, para lograr una valoración superior a US$1.000 millones en 2018, lo que le otorgó el título del primer unicornio del país, fueron los hitos que destacaron los empresarios que escogieron a Simón Borrero, como el Empresario del Año 2018.

Además, la aplicación puso sobre la mesa que sí es posible llevar un emprendimiento local a otro nivel y alcanzar dicha meta, “fue un orgullo y un premio muy merecido a un equipo que ha trabajado ya por tres años y medio dejándolo todo. Cuando inició Rappi éramos solo ocho personas y ahora en toda la región somos más de 2.500 empleados”, aseguró Borrero, CEO y cofundador de Rappi.

Borrero fue elegido entre un grupo de cuatro empresarios que también protagonizaron grandes movidas empresariales durante 2018 y que desde su gestión generaron mejoras en las sociedades donde operan. Los nominados eran Jaime Alberto Upegui, presidente de Scotiabank-Colpatria, Munir Falah, presidente de Cine Colombia, Bernardo Vargas, presidente de ISA, y Christian Daes, presidente de Tecnoglass.

Otro de los logros alcanzados por Rappi, que tuvieron los directivos en cuenta y que postularon a Borrero a esta distinción, es la consolidación de más de 60.000 alianzas con diversos sectores para entregar a los clientes más productos. Con esto consiguió 13 millones de descargas de la app en el año y consolidó la presencia en más de 50 ciudades.

Durante 2018, logró alianzas que le permitieron a los clientes la compra del Soat, el servicio para realizar la declaración de renta, pedir productos directamente de la plaza de Paloquemao y para el fin de año anunció una alianza con Grin, con el fin de que en las principales ciudades de la región, los clientes se pudieran movilizar en scooters eléctricos, mejorando la movilidad sostenible de ciudades como Bogotá, que tiene el titulo de ser la urbe donde más tiempo gastan los conductores en tráfico.

Además de las metas en términos financieros, para esta edición del Empresario del Año, LR tuvo en cuenta el impulso de programas de responsabilidad social, entre los que se destacó la unión de Rappi con fundaciones como Batuta y la creación de la Fundación Rappi con el programa Code Hub. Con esta apuesta, los desarrolladores están encontrando opciones de educación para el trabajo. A esto se le sumó que la startup anunció a finales de 2018 el inicio de un proyecto que graduará a más desarrolladores aptos para trabajar en el ecosistema de Silicon Valley. Según Borrero un apoyo mayor a este tema, ayudaría a generar recursos hasta por US$7.000 millones, teniendo en cuenta los pagos que se podrían recibir si se llena el déficit de ingenieros de sistemas bilingües que existe, que es cercano a 200.000.

A pesar del amplío camino que ha recorrido Rappi, su CEO asegura que el equipo trabaja en mínimo 50 ideas más que irán desarrollando con el fin de seguir impulsado el crecimiento de la empresa. “La siguiente idea grande es trabajar con partners del sector financiero para crear una nueva experiencia de un banco”, añadió Borrero.