Auscultar los gobiernos, buena práctica

Escuchar a los diferentes grupos sociales para conocer sus puntos de vista sobre las iniciativas y las ejecuciones de los gobiernos siempre es un ejercicio que fortalece a las democracias, entendidas como sistemas en cuya base está la deliberación y el control ciudadano de la cosa pública.

Tal ejercicio de auscultamiento, realizado muchas veces por iniciativa de los medios de comunicación, brindan a los gobernantes y a la ciudadanía la posibilidad de conocer cuál imagen hay, qué percepción existe, sobre los asuntos nacionales por parte de sectores interesados en algunas políticas en particular.

Los resultados del más reciente sondeo anual que hace este medio entre 400 empresarios nacionales permiten entender la forma como ese grupo social está viendo el desempeño del equipo de gobierno del presidente Juan Manuel Santos.

Sobresale que hay una calificación alta para los cargos que hacen trabajos que se consideran más técnicos (en las superintendencias y en las agencias nacionales) y que la evaluación es baja para los cargos más políticos, los ministerios por ejemplo, esos que permiten al gobierno concertar iniciativas y dar representación a las distintas regiones y a los diferentes protagonistas del escenario político.

Los empresarios destacaron de manera significativa las labores del jefe de la Superintendencia de industria y comercio, que ha penalizado algunas prácticas que, en concepto de ese organismo, vulneran la libertad del mercado. Al tiempo, el sondeo castiga al titular del Ministerio del Trabajo, quien ha expresado varias veces la necesidad de que se lleve a cabo un accionar menos duro en las empresas, de modo que la solución a sus afugias económicas no pase exclusivamente por el recorte de los puestos de trabajo.

Del sondeo puede inferirse también que los empresarios no están contentos con la actuación de quienes se encargan de tareas que tienen que ver con el sector minero. Los titulares del Ministerio de Minas y Energía, de la ANM y de la ANH sacan notas muy bajas. Esto podría leerse como una manifestación de inconformidad de los participantes en el sondeo hacia el hecho de que el gobierno haya dedicado importantes energías hacia el sector primario, en detrimento de la industria, como lo denunció recientemente el presidente de la ANDI.

Al igual que lo indican otros estudios demoscópicos, el sondeo deja ver que los empresarios aplauden el trabajo de los encargados de ejecutar, de cortar las cintas de inauguración, de los distintos proyectos de infraestructura que ha emprendido este gobierno. Esta es una de las áreas adonde más se han dirigido los esfuerzos de propaganda gubernamental.

Por lo anterior es muy llamativo que el sector empresarial, en cambio, califique con notas bajas a quienes están al frente de la principal iniciativa del actual gobierno: la búsqueda de un acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc. Ahí, en la tarea de transmitir los beneficios que ese pacto puede traer a los empresarios, el gobierno sigue rajándose. Esto debe ser motivo de preocupación para el gobierno pues los empresarios cumplen un papel central para lograr que se multipliquen las fuentes de trabajo. Y, sobre todo, si se apuesta por una consulta popular, son un factor clave en la generación de un clima de opinión favorable o no a la refrendación de tales acuerdos.