Hacienda

Luego de la tormenta, viene la recuperación

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Muchas variables nos llenan de esperanza, entre ellas, las ventas de vivienda rápidamente retomaron los niveles de antes de la pandemia

Alejandro Reyes

El año 2020 seguramente pasará a la historia como uno de los más difíciles para la humanidad y sin lugar a dudas el de la mayor contracción económica para muchos países, entre ellos Colombia. El Dane acaba de darnos a conocer la cifra de crecimiento económico para 2020 con una contracción de 6,8%. Solo para hacerse un sentido de la magnitud de esta cifra, en la crisis de 1999 la economía colombiana se contrajo cerca de 4%, hasta el año pasado, el único año de contracción económica desde los años 60s (incluso con otras fuentes de información como el Greco, desde los años 30s).

Pero cuando miramos el año en detalle, vemos una tendencia alentadora. Luego de prácticamente inducir a la economía a un coma en el segundo trimestre del año, con una contracción del PIB cercana a 16%, una destrucción de cerca de seis millones de empleos (uno de cada cuatro colombianos ocupados), y alcanzar el menor valor en la historia del peso colombiano (rozando los $4.300 por dólar), la economía retomó un rumbo de recuperación en el tercer y cuarto trimestre. Para el tercero la contracción se redujo a 9% y para el cuarto de 3,6% frente a igual periodo del año previo.

Muchas variables nos llenan de esperanza, entre ellas, las ventas de vivienda rápidamente retomaron niveles pre pandemia e incluso los superaron o las remesas, que cerraron el año en máximos. Con todo, noviembre daba luces de poder declarar que dejábamos la pesadilla del covid-19 atrás. Pero la interacción social de finales de año, la mayor congestión del día a día, y un relajamiento en el cuidado personal, nos llevaron rápidamente a experimentar la segunda ola de contagios y con esta el cierre de algunas actividades, los toques de queda y las cuarentenas en algunos municipios. Todo ello, desencadenó en una contracción del gasto en enero, lo que le restará algunas décimas al crecimiento de 2021. Pero del lado del vaso medio lleno, también aprendimos a convivir con los riesgos y con el estrés del sistema de salud, y logramos superar una ola más intensa con menor impacto económico.

Este año se abre paso, todavía con muchos sectores de la economía a media marcha, pero con la expectativa que más temprano que tarde gozaremos de nuevo de “la normalidad” a la que veníamos acostumbrados. La economía crecerá, estimamos 4,8% en todo el año, y este momento lo irá ganando gradualmente conforme más actividades se normalicen y más personas normalicen su comportamiento.

Para ello consideramos que el gran hito será cuando podamos declarar como nación que hemos vacunado a la población más vulnerable (mayores de 60, personas con comorbilidades y médicos, aproximadamente 11,5 millones de personas). Esto podría ocurrir en algún momento del tercer trimestre de 2021.

La recuperación se observará más en el consumo de bienes que en el de servicios, al tiempo que la inversión jugará un papel central, con la maquinaria y equipo consolidando su impulso y la inversión en vivienda, de la mano de las políticas públicas, aproximándose a crecimientos de doble dígito.

Finalmente, el mercado laboral será nuestro juez. Al cierre de 2020 hemos recuperado 76% del empleo perdido, pero la mayor parte ha sido informal. La tasa de desempleo sigue alta (13,4%) y le costará un tiempo prolongado regresar a su nivel pre pandemia. Los principales esfuerzos de la política pública y del tejido empresarial deben centrarse en recomponer el empleo formal, el catalizador de una recuperación que preserve los avances sociales de las últimas tres décadas. La recuperación está en camino, pero no nos está llegando a todos por igual.

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