Hacienda
XXVIII Calificación de Funcionarios
Solo el Superintendente de Sociedades pasó la nota de empresarios a los funcionarios
lunes, 5 de agosto de 2024
De los siete funcionarios evaluados en este bloque, seis no llegaron ni al umbral de 3 sobre 5. Y la mayoría disminuyó su puntaje frente a la edición anterior de la encuesta
El equipo del Gobierno Nacional tiene otros funcionarios que no se mueven desde los ministerios, pero su actividad tiene incidencia para la ejecución de las políticas sociales y económicas.
Hay un lote de siete servidores que también fueron evaluados por los 500 líderes empresarios (ver gráfico). Y entre ellos, únicamente Billy Escobar, superintendente de Sociedades, logró mejorar su puntaje en la XXVIII Calificación a Funcionarios.
Una analogía de este ejercicio con el universo de la educación, indica que los otros seis evaluados no pasaron el examen, porque quedaron abajo del umbral de 3 sobre 5 y sus evaluadores no parecen estar conformes con su desempeño.
La carta del salvamento
Billy Escobar tomó las riendas de la Superintendencia de Sociedades desde el pasado Gobierno de Iván Duque y ha tenido que moverse en una economía pospandemia, en la que los procesos de insolvencia empresarial incrementaron 16% anual en 2023.
Frente a ese panorama, el funcionario manifestó a LR que los efectos de la pandemia se siguen manifestando en el presente y aseguró que el enfoque de la entidad, bajo su dirección, apunta a usar las capacidades para el salvamento y evitar el escenario de la liquidación.
Su gestión también se ha caracterizado por los diálogos regionales y las alianzas con el sector académico para formar y diagnosticar posibles puntos a mejorar en la entidad.
Bajo ese contexto, los líderes del sector privado le otorgaron una nota de 3,0 y subió 0,3 puntos con respecto al sondeo anterior, siendo el único entre sus colegas que mejoró frente a la edición pasada.
Poca profundidad
Un mercado poco profundo en materia de acceso a créditos ha sido el diagnóstico más recurrente de César Ferrari, superintendente Financiero.
Varias veces ha manifestado que hay poca competencia entre las empresas, precisamente, por la baja posibilidad de apalancamiento.
Además, ha señalado en varias oportunidades que no puede haber desarrollo económico sin desarrollo financiero; esto como preámbulo para enfatizar en que es muy baja la tasa de ahorro en Colombia y queda poco para invertir y movilizar riqueza.
Ferrari anunció que se creará un grupo de promoción y desarrollo de los mercados de capitales, acompañada de la creación de mesas de trabajo público-privadas, además de una depuración normativa que está a cargo de la entidad.
Su gestión solo le alcanzó para una nota de 2,5, que además permaneció invariable con respecto a la encuesta anterior. Todo esto enmarcado en un periodo en el que las prácticas financieras evolucionan con rapidez: neobancos, billeteras digitales, criptomonedas y pagos electrónicos hacen parte de ese menú con el que debe moverse la Superintendencia Financiera.
Métricas para decidir
Piedad Urdinola, directora del Dane, tuvo la misma calificación de Ferrari: 2,5. Pero ella desmejoró al comparar con el desempeño de la anterior encuesta, cuando obtuvo 2,7.
Alexánder Ríos, economista y analista de Inverxia, indicó que el Dane es una de las entidades con mejor reputación porque es la encargada de presentar los datos que reflejan la salud de la economía.
“La vara quedó muy alta con el desempeño del exdirector Juan Daniel Oviedo, porque fue riguroso para presentar las cifras y para hacer pedagogía. De Urdinola se esperaba un trabajo similar, pero ha quedado un sinsabor cuando reporta datos como el desempleo”, mencionó.
Desde su óptica, se ha notado que al revelar la tasa de desempleo, le da preponderancia a la variación que represente un balance más favorable. Aunque aseguró que, por rigurosidad, ella debería detenerse por igual en las variaciones mensuales, anuales y año corrido.
El director del Sena, Jorge Eduardo Londoño, obtuvo una calificación de 2,4, que se traduce en una reducción de 0,1 con respecto a la nota anterior.
Carlos Arias, experto en estudios políticos, señaló que este funcionario “está dedicado a hacerle campaña al Gobierno y hacer eco de todo lo que sucede con el presidente Gustavo Petro, además siempre sale en su defensa o articula las dinámicas asociadas al proceso constituyente desde el Sena, en lugar de beneficiar a las personas que se inscriben a la institución”.
A su manera de ver, la misma historia se repite con Cielo Rusinque, la superintendente de Industria y Comercio, SIC, quien tiene mucha más visibilidad en redes sociales por defender al Presidente, que por las acciones, campañas o investigaciones realizadas en la entidad.
“Su gestión es bastante pobre”, comentó Arias sobre la servidora pública, quien tiene en sus manos la responsabilidad de supervisar las buenas prácticas de competencia entre empresas, evitar casos de colusión y proteger a los consumidores de posibles abusos.
Su nombre, sin embargo, tuvo más eco cuando estuvo al frente del Departamento de Prosperidad Social en este mismo Gobierno, quedando en medio de una controversia por entregarle la operación de las transferencias monetarias al Banco Agrario, entidad en la que se observaron aglomeraciones de beneficiarios intentando reclamar los subsidios.
Su desempeño en la SIC no tuvo buena acogida entre el empresariado y se quedó con una valoración de 2,0; un puntaje inferior al de su predecesora, María del Socorro Pimienta, quien sacó una nota de 2,5 en la edición anterior del sondeo.
También obtuvieron 2,0 Jairo Villabona, director de la Dian, y Alexánder López, director del Departamento Nacional de Planeación, DNP, quien entró a reemplazar a Jorge Iván González, aunque no ha tenido mucha resonancia y se enfrenta a un panorama en el que el Gobierno tiene dificultades fiscales para ejecutar el Plan Nacional de desarrollo.
Sebastián Bitar, docente y politólogo, mencionó que estos funcionarios deberían ser buenos, técnicos y eficientes: “Sin ellos la política pública se queda en discursos”.
Carlos Builes, analista político, hizo notar que “el factor de desconfianza que se ha ido generando en el empresariado hacia el Gobierno, hace que todo lo que esté relacionado con ese mismo Gobierno tenga una baja percepción o bajo reconocimiento, que son cosas distintas. Podríamos pensar que aquí lo que hay es un termómetro sobre el nivel de confianza”.