Hacienda
Encuesta Empresarial 2017-II
Alta rotación de funcionarios afecta la percepción sobre las entidades
lunes, 11 de diciembre de 2017
Santiago rojas, director de la Dian, fue el mejor calificado entre ocho funcionarios.
Juan Pablo Vega B.
La continuidad y la permanencia en el cargo fueron los puntos que más influyeron entre los empresarios a la hora de calificar a directores y presidentes de las ocho entidades del Gobierno que se tuvieron en cuenta en la XVIII Encuesta Empresarial realizada por LR, pues pocos han estado durante los 1.222 días del segundo mandato del presidente Santos.
Solo tres entidades, de ocho que se midieron, conservan a los mismos directores desde que comenzó Santos II: se trata de Santiago Rojas, quien lidera la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian); Pablo Felipe Robledo, superintendente de Industria y Comercio; y Mauricio Perfetti, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Para Gloria María Borrero, directora de la Corporación Excelencia a la Justicia, el problema de legitimidad es uno de los retos a los que se ha enfrentado este gabinete, hecho que se evidencia con el desconocimiento que se tiene sobre muchos funcionarios. “La mayoría de funcionarios solos los conocen los gremios o los que tienen relación con ellos, pero hay cambios tan seguido que es difícil seguirles el paso”, dijo.
El cuarto funcionario que suma mayor tiempo es el superintendente de Sociedades, Francisco Reyes, quien no estuvo para la primera calificación que hizo LR de Santos II, pero se sumó para los 130 días de Gobierno.
A otros funcionarios, como el superintendente Financiero, Jorge Castaño; y el director del Departamento Nacional de Planeación, Luis Fernando Mejía, se les reconoció un buen desempeño en el corto tiempo que han estado en sus cargos, aunque fue este mismo factor el que afectó sus calificaciones.
¿Cómo quedó el ranking?
La mayor calificación la obtuvo el director de la Dian, Santiago Rojas, con una puntuación de 3,3. Esto se explica, en parte, por el trabajo que viene haciendo la entidad para recuperar capitales sin declarar. El funcionario mantuvo la mayor nota entre los ocho directores de entidades calificados y, en esta edición de la Encuesta Empresarial, tuvo una mejora en su nota.
Otro funcionario que pasa el semestre es Francisco Reyes, superintendente de Sociedades, a quien los empresarios le dieron 3,1 puntos, lo que representa un aumento frente a la calificación anterior de 3. La principal razón para esta nota fue su gestión en torno a los salvamentos de las compañías. Esta misma calificación la obtuvo el superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo.
Mauricio Perfetti, director del Dane, también pasa el semestre con una nota de 3 y un aumento frente al sondeo pasado, cuando recibió 2,8 puntos, gracias a iniciativas de la entidad como la reducción de tiempos en la entrega de las encuestas. Esto, como parte de las mejoras con la mira en el ingreso a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde).
También con una nota de 3 quedó el superintendente Financiero, Jorge Castaño, quien subió su calificación desde la pasada Encuesta Empresarial (cuando registró 2,5 puntos), principalmente como resultado del cambio en la frecuencia para presentar la tasa de usura.
Solo tres funcionarios se rajaron, fundamentalmente, por el desconocimiento de algunos sectores. Luis Fernando Mejía, director del DNP, registró 2,5 puntos (calificación similar al sondeo pasado).
Los últimos lugares los ocuparon el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Dimitri Zaninovich, quien llegó luego de un paso veloz por el Viceministerio Técnico de Hacienda; y Mario Suárez Melo, presidente de Bancóldex. Aunque ambos funcionarios son reconocidos por sus cargos previos, los empresarios les dieron una nota baja esperando qué acciones van a tomar en sus entidades.
Saúl Pineda, director del Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (Cepec) de la Universidad del Rosario, dijo que estos bajos resultados se dan porque, además de ser nuevos en sus cargos, se desató una percepción de corrupción, lo que genera incertidumbre en el gobierno central, y en las entidades territoriales.